Conmoción en Río de Janeiro por los 'graffitis' en el Cristo del Corcovado

El Cristo Redentor, la gigantesca escultura que preside desde la cima del monte Corcovado la ciudad de Río de Janeiro, la postal por antonomasia de Brasil, amaneció la mañana del pasado jueves con abundantes pintadas negras en el rostro, los brazos y el pecho. Los autores del acto vandálico, que ha dejado atónita a toda la ciudad, lo tuvieron relativamente fácil a la hora de escalar los 38 metros que separan el suelo de la cabeza del Cristo, ya que éste se encuentra en obras de restauración desde inicios de marzo pasado, y un tupido andamiaje lo cubre hasta su altura máxima. Según el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, la policía busca desde el jueves a los responsables del delito.

Paes no vaciló en calificar el acto vandálico como un "crimen que daña a la patria". "Vamos a descubrir al responsable del ataque. Es inadmisible que, en el momento que atraviesa actualmente la ciudad, a alguien se le ocurra hacer una cosa de estas", declaró. Tanto la empresa que trabaja en la restauración de la escultura como el servicio municipal de limpieza de Río (Comlurb) calcularon que los trabajos para limpiar las pintadas, realizadas con spray, deberían concluir este fin de semana.

La alcaldía no ha querido difundir los mensajes de los grafittis, aunque fuentes citadas por el diario O Globo relataron que se trata de firmas y frases que rezan: "Cuando los gatos se van, los ratones montan la fiesta" o "¿Dónde está la ingeniera Patricia?". Esta última pregunta también apareció plasmada recientemente sobre la tumba del carismático y legendario presentador de televisión Abelardo Barbosa de Medeiros, popularmente conocido como Chacrinha. La autoría de las pintadas comienza a estar envuelta de un halo de misterio.

El acceso al Monte Corcovado está cerrado desde la semana pasada, cuando varios deslizamientos de tierra en el parque Nacional de Tijuca, provocados por el severo temporal que azotó la ciudad durante cinco días, cortaron las vías de acceso. Desde principios de marzo y hasta junio la estatua se somete a una restauración integral por valor de casi tres millones de euros. El Cristo Redentor, obra del escultor francés Paul Landowski, inaugurado en 1931, es desde hace décadas el lugar más visitado de la ciudad brasileña, con una afluencia anual de 1,8 millones de turistas. En julio de 2007 fue elegida como una de las siete nuevas maravillas del mundo, a través de una encuesta elaborada por un sitio web.