Israel planea construir 600 nuevas casas ilegales en Jerusalén Este
El proyecto dificulta el regreso al proceso de paz suspendido tras el ataque a la Franja de Gaza
Israel planea construir una nueva colonia con 600 viviendas en la región ocupada de Jerusalén oriental, según publica hoy Haaretz. La iniciativa pone en peligro la reapertura de las negociaciones con las autoridades palestinas -suspendidas en 2008, cuando estalló la ofensiva contra Gaza-.
El proyecto inicial se ha recortado casi a la mitad. El plan, que pretendía edificar 1.100 nuevas viviendas en los alrededores del vecindario de Pisgat Zeev y del área árabe de Shuafat, tuvo que reducirse cuando se descubrió que parte del terreno era propiedad de ciudadanos palestinos.
Ni el Ministerio del Interior israelí, ni la autoridad municipal de Jerusalén se han pronunciado sobre el plan, según el diario, aprobado por la junta del distrito este de la ciudad, dividida en dos zonas -una palestina y otra dependiente de Tel Aviv- por la ONU.
El proyecto se hace público en un momento de máxima tensión con Israel. Francia, Reino Unido e Irlanda han pedido explicaciones al gobierno de Benjamín Netanyahu por la utilización de documentación falsificada en el asesinato del líder de Hamás Mahmud al Mabhuh, una acción que ha condenado la UE.
Tampoco es una polémica aislada. Un proyecto similar aprobado el año pasado le valió a Israel la condena por parte de la comunidad internacional. La política de construcción de colonias en territorios que Israel considera propios, se acompaña de otras medidas igualmente criticadas como la decisión de un tribunal de ordenar varios desahucios y demoliciones de viviendas palestinas en Jerusalén Este -donde viven 200.000 israelíes- consideradas ilegales.
Una "mini Toscana" para palestinos
El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, ha ofrecido a 120 familias palestinas desahuciadas un apartamento en un nuevo barrio concebido para atraer el turismo en la zona ocupada de la ciudad, publica hoy el New York Times (NYT). "Puede ser una mini Toscana", ha declarado Barkat para definir el nuevo vecindario que será construido sobre las viviendas palestinas derruidas por considerarse ilegales.
La propuesta se enmarca, precisamente, en un plan de "limpieza" del barrio árabe de Silwan, colindante con el nuevo vecindario de Al Bustan -Gan Hamelech, en hebreo-, según el Jerusalem Post. Para Ziad Kawar, abogado de las familias, "es una situación imposible", empezando porque el alcalde mantiene que las viviendas que van a ser demolidas no cuentan con los permisos pertinentes, algo que los afectados niegan de plano. "Para nosotros los ocupantes no nos pueden decir qué es legal e ilegal", argumenta al NYT Jawad Siyam, un activista de la comunidad.
El asunto más polémico es la construcción, en la misma zona, de un edificio de siete plantas levantado también ilegalmente por colonos israelíes sobre el terreno perteneciente a ciudadanos palestinos. El alcalde se niega a desmantelar la construcción pese a que varias órdenes judiciales -entre ellas, una del Supremo- obliga a su demolición, informa Juan Miguel Muñoz.
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