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La fuente era el taxista

El Gobierno británico aseguró que Sadam podía lanzar un ataque químico en 45 minutos basándose en un bulo

La información de los servicios secretos británicos de que Sadam Hussein podía lanzar un ataque químico en menos de 45 minutos se obtuvo a través de un taxista que se lo oyó a dos militares iraquíes, según ha revelado este martes un diputado conservador. Aunque el Gobierno británico ya aceptó en octubre de 2004, un año y medio después de la invasión de Irak, que aquella información resultó falsa, la debilidad de la fuente original aumenta la extendida impresión de que el ex primer ministro Tony Blair exageró el peligro que suponía Sadam para conseguir que la opinión pública británica apoyara la invasión.

La cuestión de los 45 minutos estaba en el corazón de la encendida polémica que en la primavera de 2003 enfrentó al Gobierno de Blair con la BBC y que se saldó con el suicidio del profesor David Kelly -fuente de la filtración a la BBC de que el Gobierno había hecho "más sexy" aquel informe, es decir, que lo había exagerado-, la dimisión de la cúpula directiva de la corporación pública y el ostracismo del periodista que divulgó las denuncias de Kelly, Andrew Gilligan, que abandonó la BBC.

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Tony Blair fue absuelto de toda responsabilidad en la investigación llevada a cabo por el juez lord Hutton, calificada de "encubrimiento" por la inmensa mayoría de los medios. En una segunda investigación sobre Irak, el alto funcionario lord Buttler volvió a exonerar a Blair, aunque de forma menos abrumadora: concluyó que los argumentos para justificar la guerra habían llegado "al límite" de lo sostenible pero que no hubo "distorsión deliberada".

Desde hace un mes Reino Unido vive una nueva investigación, conducida por otro ex alto funcionario, sir John Chilcot. No por casualidad, la revelación de que la fuente de aquella información era un taxista inmigrante que trabajaba en la frontera de Irak con Jordania se ha conocido justo el día en que comparecía ante los investigadores el que entonces era jefe del Comité Conjunto de Inteligencia y luego jefe del MI6, sir John Scarlett.

La información ha sido revelada por el joven diputado conservador Adam Holloway, de 44 años, un experto en Defensa, antiguo Granadero Real y periodista, muy próximo al líder tory, David Cameron. Algunos comentaristas cercanos al laborismo subrayaban este lunes que la noticia coincide con un estrechamiento de las diferencias entre conservadores y laboristas. Un sondeo de Populus para The Times otorga el 38% de los votos a los tories, un 30% a los laboristas y un 20% a los liberales-demócratas.

Sir John Scarlett no fue preguntado directamente por la cuestión del taxista, pero se reafirmó en su posición, ya conocida, de que "no hubo absolutamente ninguna intención consciente de manipular el lenguaje u ofuscar o crear ningún malentendido" en el informe de los 45 minutos. Sin embargo, el Gobierno ignoró las advertencias de los servicios secretos que cuestionaban la fiabilidad de esa información y no hizo nada para rectificar el malentendido mediático de que Sadam podía lanzar en menos de 45 minutos un ataque químico con misiles balísticos de largo alcance, cuando el informe se refería a un ataque con armas en el campo de batalla.

Scarlett se ha desmarcado este martes de la introducción de Blair al informe, en la que sostenía que se había probado "sin ninguna duda" que Sadam tenía armas de destrucción masiva. "Contemplo la introducción como algo separado del texto mismo del informe. Era una declaración abiertamente política del primer ministro, eran por tanto sus palabras y sus comentarios", dijo.

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