El Congreso de Honduras decide la suerte de Zelaya

Las pocas opciones que tiene el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, de salir de la embajada brasileña donde lleva 70 días cercado por su Ejército se encuentran en manos de 128 diputados que han comenzado a debatir su futuro político. La posibilidad de que Zelaya vuelva a ejercer como presidente hasta el 27 de enero en que la Constitución fija el final de su mandato, pasa porque el Congreso apruebe hoy su restitución. Así lo acordaron los asesores de Zelaya y del golpista Roberto Micheletti en San José de Costa Rica el pasado octubre. El acuerdo lo dio por roto Zelaya el 8 de noviembre al considerar que no se respetó lo pactado. Pero Micheletti siguió adelante con su plan. Convocó unas elecciones para el 29 de octubre que Zelaya considera fraudulentas. Y siguiendo lo pactado en aquel acuerdo, el Congreso ha comenzado hoy a discutir y posteriormente votar sobre la restitución.

El edificio de la Cámara se encuentra acordonado por la policía. Unos 200 zelayistas del Frente de la Resistencia se han apostado de forma pacífica frente al edificio.

La decisión se va a tomar por mayoría simple entre los 128 diputados del Congreso. Las opciones de Zelaya son mínimas. Los 62 diputados del grupo Liberal, que es el partido de Zelaya y Micheletti, se encuentran divididos y los anti Zelaya parecen mayoría. El grupo del Partido Nacional, al que pertenece el presidente electo Porfirio Lobo, se ha pronunciado en contra. Aunque sus 55 diputados tienen libertad de voto muchos de ellos aseguran que el voto sería uniforme. "La decisión que adoptamos el 28 de junio era acorde con la Constitución y nada ha cambiado desde entonces", indicó un representante nacionalista.

Antes del inicio de la sesión previsto para las ocho de la noche en la España peninsular, a la Televisión Nacional de Honduras le dio tiempo para entrevistar a decenas de diputados. Sólo uno se pronunció a favor de la restitución. Mientras esperaba su turno para ser entrevistado junto a otro representante del Partido Liberal, el diputado afín a Zelaya dijo que se sentía "incómodo" por estar tanto tiempo "al lado de un golpista". Después, declaró que la invitación al diálogo de Pepe Lobo no tenía sentido si no se restituía a Zelaya como presidente hasta el 27 de enero.

El pasado martes, en su primera comparecencia ante la prensa, los periodistas preguntaron a Lobo hasta de cinco formas distintas si iba a facilitar la restitución de Zelaya. Con distintas palabras Lobo afirmó una y otra vez que él no quería entrometerse en lo que habían pactado Zelaya y Micheletti; que ambos habían acordado en los acuerdos de Costa Rica que el Congreso sería el órgano que tendría que decidir sobre la restitución y él no tenía nada que decir al respecto. Cuando se le preguntó si consideraba los sucesos del 28 de junio un golpe de Estado, se negó a responder "por no abrir viejas heridas".

Se espera que la sesión parlamentaria se prolongue hasta mañana.