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Hatoyama se enfrenta a unas relaciones difíciles con EE UU

El vencedor de las elecciones de Japón quiere investigar un pacto nuclear secreto entre Washington y Tokio

El Parlamento japonés celebrará el próximo día 16 una sesión extraordinaria para nombrar jefe de Gobierno al líder del Partido Demócrata de Japón (PDJ) y vencedor de las elecciones del pasado domingo, Yukio Hatoyama. El nuevo primer ministro casi tendrá que debutar antes frente a la comunidad internacional que en casa. A la semana siguiente, viaja a Estados Unidos para asistir a la Asamblea de Naciones Unidas y a la cumbre del G-20 y todo apunta a que tendrá que emplearse a fondo para templar los vientos huracanados que comienzan a soplar a través del Pacífico.

Hatoyama insiste en que quiere mantener unas buenas relaciones con EE UU, pero que ha de ser una "alianza de socios" y no de subordinación. En este sentido, es favorable a la revisión de los acuerdos que gobiernan la presencia de 47.000 militares estadounidenses en distintas bases en suelo japonés, sobre todo en la sureña isla de Okinawa. Ichiro Ozawa, predecesor de Hatoyama en el liderazgo del PDJ que se vio obligado a abandonar por un escándalo de financiación del partido pero que sigue teniendo una enorme influencia sobre éste, señaló a principios del mes pasado que la mayoría de las tropas estadounidenses en suelo japonés no se necesitaban.

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El pasado lunes, el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, recibió con frialdad las sugerencias. Kelly afirmó que EE UU "no tiene intención de renegociar con el nuevo Ejecutivo nipón" ni nuevos traslados de tropas ni el futuro de la base aérea de Futenma, situada en las afueras de Naha, la capital de Okinawa, y a la que se oponen masivamente los habitantes de la isla.

Además, ayer se reveló otro fuerte motivo de fricción. Según el diario Mainichi, el PDJ ya ha pedido al Ministerio de Exteriores japonés que coopere en la investigación sobre un pacto nuclear secreto entre Washington y Tokio, según el cual los buques norteamericanos cargados con armas nucleares pueden atracar en puertos japoneses. Hasta ahora, Japón, como exige EEUU, no pregunta a los barcos lo que llevan y da por sentado que Washington cumple los tres principios de la política antinuclear japonesa de: no producción, no posesión y no introducción en territorio japonés de armas nucleares.

Fuentes del PDJ indican que Hatoyama tiene previsto realizar en la ONU un llamamiento internacional al desarme nuclear total. El presidente Barack Obama también se manifestó a favor del desarme nuclear global, pero mientras se llega a ello, la cuestión nuclear puede envenenar las relaciones entre los dos países. Y no sólo puede ser una conflictiva para las relaciones con Washington sino también dentro del mismo PDJ, en el que un ala es favorable a que Japón se dote de armas nucleares ante la amenaza que supone que las tengan China y Corea del Norte. Otro ala es totalmente contrario al armamento nuclear: Japón es el único país que ha sufrido la bomba atómica, y basta. Y otros sostienen que lo mejor es el paraguas protector de Estados Unidos.

A las diferencias dentro del PDJ se suma la decisión de Hatoyama de, aunque no lo necesita, gobernar en coalición con sus aliados en el Senado: el Partido Social Demócrata, de orientación izquierdista, y el Nuevo Partido del Pueblo, nacionalista visceral, que incluyó en sus filas al ex presidente peruano Alberto Fujimori.

En Washington tampoco se han recibido con simpatía las declaraciones de Hatoyama sobre que la crisis que padece su país y el mundo en general se debe a un estilo de capitalismo estadounidense "carente de moral o de moderación". El diario The New York Times criticaba ayer la política del líder japonés que, en lugar de realizar las reformas que necesita su país para salir adelante, tira balones fuera. "Muchos economistas aseguran que lo que Japón necesita es más desregulación al estilo de EE UU y más crecimiento del mercado, en lugar de menos, para dar vigor a la estancada economía", señala el diario.

Hatoyama hablará en la ONU e inmediatamente se desplazará a Pittsburg (Pensilvania) para asistir a la cumbre del G-20, que se celebra los días 24 y 25 de septiembre. En este foro, sin duda, Hatoyama se sentirá más cómodo, una vez que se ha pronunciado sobre la necesidad de estrechar los lazos con China y Corea del Sur, dos de los países presentes con los que las relaciones han sido muy tensas en el pasado. "No podemos olvidar nuestra identidad de país asiático", destaco el líder del PDJ en un reciente artículo.

Yukio Hayoyama, líder del Partido Democráta en una rueda de prensa hoy en Tokio
Yukio Hayoyama, líder del Partido Democráta en una rueda de prensa hoy en TokioREUTERS

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