_
_
_
_

Periodismo y ceguera

Quisiera ser profeta o adivino, pero no puede. Nada le complacería más que recordar cada vez que escribe una noticia cómo fue ya avanzada y prevista por su aguda percepción. Decepcionado de la injusta realidad, que se niega a confirmar su perspicacia, decide limitarse a levantar acta, sin avanzarse ni un paso más, no fuera caso. Pierde así cualquier sentido razonable de la más evidente anticipación. Se le escapan así los hechos, prematuros cuando le proporcionan la primera percepción y demasiado viejos y ya transitados por otros cuando adquieren fisonomía definitiva. El candidato a profeta, sin visión de cara al futuro, deviene también ciego para el presente. Hay que ponerlo urgentemente a escribir la sección de efemérides, la única para la que tiene el ojo despierto y preparado.

Al periodismo suele escapársele todo lo que se ve venir, lo ineluctable.

Comentarios

Desde la antigüedad el chamán ha sido el guía que influía en las vidas del pueblo inconsciente en beneficio de los dirigentes. Poco parece haber cambiado el curso de la historia, salvo en el ruido que produce la cacharrería en el entorno para mantener adormecida a la inmensa mayoría. Tendremos que esperar a las siguientes transiciones; periodismo y la fe… periodismos y siguientes… Quizás, pasado un tiempo, el periodismo haya perdido su oportunidad de inventar o de ser el guía que la sociedad no sabe que necesita. Quisiera llegar a tiempo de disfrutar de la abundancia… sin que suponga la ruina de la mayoría…
Lluís, ¿el periodismo rappeliano del que hablas hoy es un subtipo del periodismo rosa que tanto alababas en el post de ayer o es una cualidad propia del mismo?PS: Saludos, Juan Bernardo. Me ha gustado tu comentario de hoy.
Puede que la ceguera devenga en el artificio y el populismo en ningún caso accidental. Escribir en los medios audiovisuales se ha convertido en una feria en la que cualquiera puede lanzar la cometa y esperar a que el viento o un mal manejo de las riendas la haga caer. Los historiadores como los albañiles pueden hacer bien el trabajo por oficio, o simplemente obeder órdenes y plazos. Y en esta peña hemos recalado: nos sobran llanuras y nos faltan altiplanicies. Yo no tengo carnet de peridosimo, pero puedo eludir mi responsabilidad con demasiada facilidad. Las realidad es la que queramos legislar, pero nos esta,os haciendo viejos ante tanta vorágine informativa.
Una de las imágenes de mi movimiento, el movimiento de la luz, es el cuadro de los ciegos de Brueghel el Viejo. Ya saben, un ciego que sigue a otro ciego, siempre se acaba callendo. No, no soy coleccionista. Este cuadro es feo y se encuentra a un simple clic de botón.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_