Fracasa el primer intento de diálogo entre jóvenes marroquíes y saharauis
Rabat impide a dos grupos de estudiantes viajar al Reino Unido dónde habían sido invitados por la ONG Talk Together
Senia Bachir, 21 años, saharaui de los campamentos de refugiados de Tinduf (suroeste de Argelia), nunca ha visto a un marroquí de carne y hueso. Ha viajado a Oxford (Reino Unido) para conocer a un grupo de jóvenes marroquíes, pero estos no han acudido a la cita. Tampoco se han presentado otros chavales saharauis procedentes de El Aaiún, la capital de la antigua colonia española del Sáhara Occidental. "Estoy muy decepcionada", afirma al teléfono.
Tras 18 meses de interrupción Marruecos y el Frente Polisario reanudan, el lunes en Austria, sus negociaciones, pero el diálogo entre jóvenes marroquíes y saharauis sigue resultando imposible. El primer intento de reunirles en un campamento de verano, en la escuela St Edward de Oxford, ha fracasado. La ONG británica Talk Together y la noruega United World Cultures llevaban casi dos años preparando esas dos semanas de convivencia. Habían obtenido la financiación, principalmente de la Comisión Europea, habían seleccionado a los participantes -marroquíes, saharauis de Tinduf, de El Aaiún y un puñado de europeos- y, organizado las actividades. Robert Krzisnik, experto en resolución de conflictos, iba a trabajar con ellos.
"Habíamos además informado en dos ocasiones del proyecto a las autoridades de Rabat sin que pusieran ninguna objeción", explica al teléfono Andrew Brown, director educativo de la asociación. "Por eso lo sucedido me sorprende además de decepcionarme", añade. La inédita cita de Oxford había suscitado un interés mediático en el Magreb y televisiones árabes vía satélite habían pedido filmar a los jóvenes de ambos bandos sentados juntos en clase o haciendo deporte.
Amnistía denuncia agresiones
Siete jóvenes saharauis, provistos de pasaportes marroquíes y visados británicos, acudieron el miércoles al aeropuerto de Agadir para volar a Londres, pero la policía les impidió embarcar "sin darles ninguna razón", según relata un comunicado de Amnistía Internacional. Les tacharon, eso sí, de "separatistas y miembros del Polisario". El grupo se puso inmediatamente en huelga de hambre. Su protesta duró 30 horas en la terminal del aeropuerto hasta que la policía les desalojó a la fuerza y les trasladó por carretera a El Aaiún. Amnistía señala que en el camino de regreso se les pegó y se les interrogó sobre el motivo de su viaje y sus contactos en el Reino Unido.
Casi al mismo tiempo, otros siete jóvenes marroquíes fueron impedidos de embarcar en Casablanca a bordo del vuelo de Air Arabia que debía trasladarles a Londres. "Ya habíamos facturado el equipaje y estábamos a punto de subir a bordo cuando, en el último momento, se nos dijo que no se nos autorizaba a salir de Marruecos", explica un miembro del grupo. "La Embajada marroquí en Londres nos comunicó que todos ellos habían tenido 'problemas familiares' que les impidieron viajar", señala Andrew Brown.
A Oxford sólo han llegado puntuales, además de los europeos, dos chicas saharauis procedentes de Tinduf. "Otros seis llegarán el domingo porque la expedición de su visado por el consulado británico en Argel ha experimentado un cierto retraso", indica Brown. Amnistía ha pedido al ministro del Interior marroquí, Chakib Benmoussa, que investigue lo sucedido. Le recuerda la obligación que tiene Marruecos de dejar salir a aquellos que lo deseen y le piden que levante inmediatamente la doble prohibición. Lo sucedido demuestra que es mucho más fácil reunir a jóvenes israelíes y palestinos que no a marroquíes y saharauis.
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