Olvidada peseta
Se acerca el final. Y luego el nuevo comienzo. Y cada vez repetimos idénticas ceremonias. Balance del año transcurrido. Perspectivas del nuevo. La arbitrariedad calendaria nos ayuda a balizar la memoria. ¿Qué haríamos sin aniversarios ni fechas, sin conmemoraciones ni festividades? Atenderíamos únicamente a los ciclos naturales, origen y fundamento de nuestros pruritos calendarios de hoy. Ahora llega uno de suficiente enjundia. Dentro de muy pocos días, el próximo uno de enero cumpliremos ya diez años sin pesetas, nuestras viejas pesetas. Y sin francos ni liras, sin marcos ni escudos, sin florines ni chelines. Diez años además sin soberanía monetaria, es decir, sin márgenes para que los gobiernos europeos de los países del euro hagan, por ejemplo, políticas de devaluación competitiva. Esta práctica tan desgraciada y nefasta habría sido ahora nuestra forma natural de encarar –mal- la crisis, de no haber contado con las benditas ataduras del euro.
La peseta sigue existiendo, claro que sí. En las cabezas de muchos ciudadanos. Y sólo desaparecerá cuando desaparezcan quienes la hacen vivir en su mente. Pero su desvanecimiento de la vida ciudadana se ha producido sin grandes complicaciones. No conozco a nadie que la eche en falta. Quizás algunos alemanes pueden tener sentimientos distintos respecto al marco, aquella moneda fuerte y segura, que el canciller Kohl entregó a Europa a cambio de la unidad alemana y a la espera de la unidad política europea. Lo peor de todo lo que nos ha sucedido con nuestras monedas es que no hemos hecho la unidad política y esto mismo es lo que más se nota a faltar.
Algunos quiméricos europeístas nos aseguraban que del mercado único y de la moneda europea acabaría saliendo la unión política. Ahora ya se ha visto que no es así y que nunca saldrán avances políticos de los nuevos caminos económicos. Que se lo pregunten si no a los chinos, que están todavía esperando que lleguen la libertad y la democracia de la mano de las leyes del mercado, descubiertas y gradualmente adoptadas desde hace ya 30 años. Las decisiones políticas salen de la actividad política, y no del comercio o de la circulación fiduciaria.
El comercio, según el clásico, suaviza las costumbres: no hay duda, y de ahí que sea un buen abono para la libertad y para la democracia. La unidad monetaria facilita también la unidad política. Son condiciones probablemente necesarias. Pero no suficientes: nada puede sustituir a la voluntad de los ciudadanos y a sus decisiones conscientes. Tenemos euro y esperemos seguir teniéndolo durante muchos años, pero no tenemos unión política europea, ni la tendremos nunca de seguir el actual camino de abulia e indolencia.
(Aclaración: El euro tardó todavía tres años en convertirse en papel moneda y en circular como tal. La peseta todavía circuló durante este tiempo, pero era ya una moneda muerta como tal, felizmente muerta. Lo más importante: estaba muerta como arma económica y por ende política, y éste es el acontecimiento que quería celebrar hoy, en vísperas de la Navidad).
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Cinco series que han sorprendido en 2025 (y que aún estás a tiempo de ver)
Sí, clonar a tu mascota es posible… pero también implica riesgos éticos enormes
Por qué los incendios de 2025 han disparado las emisiones de CO₂ en España
Menos trámites, más casas: así quiere la UE acelerar la construcción de vivienda
Lo más visto
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas
- El “canibalismo interno” se extiende en el PSOE a la espera del día después de Sánchez
- El Ayuntamiento de Valencia y el Levante piden a LaLiga aplazar el partido contra el Villarreal por las fuertes lluvias
- El hombre que desarmó a uno de los atacantes en Sídney es aclamado como un héroe en Australia




























































