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España se compromete a participar en la reconstrucción de Georgia tras la guerra con Rusia

Moratinos visita a los guardias civiles de la misión de observadores de la UE en la costa del mar Negro, donde la cooperación española construirá viviendas para los afectados por el conflicto del pasado verano

España comienza a tomar parte activa en la solución del conflicto del Cáucaso, que el pasado verano amenazó con desenterrar el fantasma de la guerra fría en Europa.Para ello se ha comprometido a participar en la reconstrucción de Georgia en la conferencia internacional de países donantes que se celebrará el próximo miércoles en Bruselas. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, anunció el viernes en Tbilisi, la capital georgiana, que la cooperación española se concentrará en la construcción de alojamientos para la población civil afectada por la guerra con Rusia en la ciudad de Poti, en la costa del mar Negro, donde se han desplegado este mes los 10 guardias civiles españoles integrados en la Misión de Observadores de la Unión Europea.

Moratinos, que en la noche del viernes cenó con el presidente de Georgia, el nacionalista Mijaíl Saakashvili, insistió tras reunirse con su homóloga georgiana, Eka Tkeshelasvili, que España defiende "el principio básico de la integridad territorial" del país caucásico. Georgia se emancipó de Moscú tras la desintegración de la URSS en 1991, pero su Gobierno carece de control sobre las regiones separatistas de Abjazia y Osetia del Sur, étnicamente diferenciadas, donde el despliegue de fuerzas de seguridad rusas de pacificación ha impuesto un delicado "statu quo" desde hace más de 15 años. La intervención del Ejército georgiano del pasado mes de agosto en Osetia del Sur desencadenó una contundente respuesta militar del Kremlin. La derrota de las tropas georgianas fue seguida de intensos bombardeos rusos que golpearon con dureza a ciudades como Gori, en la zona fronteriza suroestia, mientras los carros de combate ruso avanzaron hasta situarse a las puertas de Tbilisi.

Las peores imágenes del castigo a la población civil en una tragedia bélica vistas en Europa desde la guerra de los Balcanes (1991-1995) movilizaron a la diplomacia europea hasta lograr el alto el fuego. El repliegue de las tropas rusas a sus posiciones anteriores al conflicto, que se ha completado hace una semana, ha devuelto la esperanza de que las partes enfrentadas vuelvan a la senda de la solución dialogada.

España se ha sumado a esta corriente negociadora. Tras nombrar a comienzos de mes un embajador especial para Georgia y la región del Cáucaso -hasta ahora la representación diplomática para zona esta concentrada en Moscú-, el Gobierno ha enviado a Moratinos a Tbilisi para preparar el papel central que España esta llamado a tener. A España le corresponde a partir del próximo mes de noviembre la presidencia de turno de Consejo de Europa, organismo en el que tanto Georgia como Rusia están representados. También tendrá que lidiar durante el primer semestre de 2010, durante la presidencia Española de la UE, con las conversaciones para acercar al Gobierno de Tbilisi -aliado incondicional de EE UU y que ha enviado hasta 2.000 soldados a Irak? al proceso de integración en la UE y la OTAN, al tiempo que tranquiliza a Moscú y garantiza los flujos energéticos que llegan desde la región hacia Europa.

"La derecho a la integridad territorial no sólo es un principio básico de la ley internacional, sino que evita todo tipo de dificultades y tragedias", advirtió ayer Moratinos, quien aseguró que España apoya a Georgia en su camino de acercamiento a las instituciones europeas. El jefe de la diplomacia española precisó, a la pregunta de una periodista georgiana, que "gracias a la Constitución y a su sistema de organización territorial en España no existen conflictos separatistas".

La cooperación española, que ya ha aportado 500.000 euros en ayuda humanitaria urgente para las víctimas de la última guerra, espera anunciar la semana que viene en Bruselas su oferta de ayuda para la reconstrucción "sobre proyectos concretos de alojamiento presentados por las autoridades georgianas". "Nuestra costumbre es concentrar las ayudas en las zonas donde hay un despliegue español de fuerzas, en este caso de observadores, para mandar un claro mensaje de solidaridad y cooperación", puntualizó el ministro.

España pretende "ayudar a ambas partes a mejorar sus relaciones mediante el diálogo y la confianza", aseguró Moratinos, antes de remachar que "la mejor opción para Georgia sigue siendo la Unión Europea". El ministro español tenía previsto visitar por la tarde a los 10 guardias civiles que vigilan el cumplimiento del alto el fuego en la región portuaria de Poti, tras reunirse en Tblisi con autoridades georgianas y representantes de la UE en Georgia.

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