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Reportaje:

El ejército de Obama se rearma para hacer frente a Palin

Para muchos voluntarios de la campaña de Barack Obama las últimas semanas han supuesto una sorpresa agridulce. Es el caso de Aaron Cunningham, residente del Estado de Maryland, de 32 años. "Hasta ahora mucha gente pensaba que las elecciones las teníamos ya ganadas", explica. "La llegada de Sarah Palin nos enseña que no hay nada garantizado, y que nos queda mucho trabajo por hacer. Mejor no llevarse sorpresas".

Con su elección de la gobernadora de Alaska como candidata a la vicepresidencia, John McCain ha conseguido avanzar terreno en las encuestas y ha electrizado a las bases conservadoras Hace un mes, Obama llenaba estadios con comodidad. Miles de personas acudían a sus mítines. Suyo era, en exclusiva, el mensaje de la esperanza y el cambio. No es que ahora Obama haya perdido fuelle. Pero Palin se ha puesto a su altura. Su poder de convocatoria y su capacidad para movilizar a las masas es comparable a la del candidato demócrata. Ahora es ella quien habla de esperanza y cambio.

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Aaron ha visto ascender al firmamento la estrella de Palin, y confía en que languidezca en las próximas semanas. Pero por si acaso no se apaga, ha decidido trabajar más horas como voluntario de Obama, a quien ya le dedica 15 horas semanales. Llama por teléfono para convencer a votantes indecisos. Hace puerta a puerta. Y se aposta cada semana en una parada de metro diferente del área metropolitana de Washington tratando de registrar a nuevos votantes. "En un buen día, consigo registrar a diez o quince personas. Otros días no consigo ni una", explica con cara de resignación. "Pero todo el trabajo que hagamos vale la pena".

El efecto Palin ha resultado ser un arma de doble filo. El desconcierto que han experimentado los dos millones de voluntarios de Obama se ha convertido en una mayor resolución para instalar a su candidato en la Casa Blanca. "Palin ha hecho de su oposición al aborto y de sus valores familiares una bandera política, algo en las antípodas de aquello con lo que se suelen identificar los votantes jóvenes con educación universitaria", explica Curtis Gans, profesor de Ciencia Política de American University y experto en voto juvenil. "Estos voluntarios ya se están rearmando para contrarrestar el efecto que esta mujer ha tenido entre las bases conservadoras. Es posible que veamos una participación electoral de votantes jóvenes nunca vista en Estados Unidos desde los años 70".

Las bases de Obama sienten que hay mucho en juego en estas elecciones. Diane Williams, de 47 años, es uno de estos voluntarios a los que la preocupación se les nota en el rostro cuando se les nombra a la gobernadora de Alaska. Desde el pasado mes de febrero, esta mujer afroamericana de Washington está en paro. Antes trabajaba para una empresa de reservas hoteleras, pero enfermó y su jefe le impidió reincorporarse cuando acabó la baja. Ella alega que fue por racismo.

"Como mujer discriminada, como afroamericana, como desempleada; mi futuro depende de que Barack gane las elecciones", explicaba Diane, mientras asistía a una reunión de voluntarios de Obama en Washington, la semana pasada. "Barack es el único candidato al que le preocupan los problemas de los trabajadores: la cobertura médica universal, el paro en las zonas industriales, los derechos sociales de las mujeres. Si McCain y Palin llegan a ganar las elecciones me marcho a Canadá. Y no es broma". También ha decidido invertir más horas en su voluntariado.

Hasta estas elecciones, los grandes aliados del Partido Demócrata a la hora de ganar unas elecciones eran organizaciones clásicas como los sindicatos, las agrupaciones feministas o las asociaciones de lucha por los derechos civiles. Ahora, Obama depende principalmente de su legión de voluntarios, organizados íntegramente a través de Internet.

El estratega jefe de Obama, David Axelrod, se ha impuesto como meta conseguir llegar a la cifra de tres millones de voluntarios antes de noviembre, aprovechando la repulsa que Palin genera entre los jóvenes liberales. En las últimas semanas, muchos voluntarios han respondido a esta llamada y han decidido saltarse horas de clase y trabajo para salir a la calle a la búsqueda del votante indeciso.

Alison Bozniak, de 37 años, participa regularmente en Washington en encuentros del grupo 'Diversidad por Barack Obama', que tratará de registrar nuevos votantes de aquí a noviembre. "¿Palin? ¡Palin es una broma!", dice. "Nunca me ha disgustado McCain, ha hecho cosas buenas en el Senado, como la reforma de la financiación de las campañas electorales. Pero ahora, con Palin, ha regresado a las elecciones la vieja derecha conservadora. Y eso nos ha inspirado a mí y a mi marido a trabajar más duro", añade. Este matrimonio ha decidido visitar las zonas rurales del sur de Virginia para registrar más votantes.

En su reinado político sobre los jóvenes y sobre Internet, Obama cuenta con un poderoso aliado: la organización liberal de activistas políticos Moveon.org, que aúna a 3,5 millones de simpatizantes. En su feroz oposición a la guerra de Irak y a la presidencia de Bush, este grupo ha desatado las iras de los sectores más conservadores de la sociedad. El año pasado, por ejemplo, en un anuncio publicado en diversos periódicos, tildó al general al mando de las tropas en Irak, David Petraeus, de "traidor".

El mismo día en que McCain anunció que Palin se unía a su candidatura, Moveon.org reveló que su respuesta estratégica sería registrar a 500.000 nuevos votantes en estados decisivos como Ohio o Michigan. Obama depende del voto joven, que siempre es difícil de movilizar. Para ello invertirá 2,5 millones de dólares recaudados a través de donaciones.

"Creedme. Mi generación está con Barack Obama. Pero hay muchos de nosotros que todavía no nos hemos registrado para votar", dijo el director de la organización, Eli Pariser. "Evitemos que se repita lo que sucedió en Florida en 2000 y en Ohio en 2004", añadió, recordando los dos Estados por los que Bush ganó en dos ocasiones las elecciones, gracias a las bases conservadoras. Los demócratas han aprendido las lecciones de ambos comicios. La disciplina de las bases es fundamental. Y en esta ocasión, además, cuentan con un arma como Internet.

Seguidores de Obama, durante un discurso del candidato demócrata.
Seguidores de Obama, durante un discurso del candidato demócrata.REUTERS

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