Cae la cifra de simpatizantes de Clinton dispuestos a votar a Obama en noviembre, según una encuesta
La división dentro del partido demócrata continúa viva, a pesar del llamamiento a la unidad de parte de la senadora por Nueva York
La herida aún continúa abierta. A pesar del apoyo público otorgado por Hillary Clinton a Barack Obama, una nueva encuesta revela que un creciente número de simpatizantes de la senadora de Nueva York se quedaría en casa en noviembre en vez de votar por Obama, una indicación de que al partido aún le queda mucho trabajo para unir a los demócratas, cuando queda poco para la convención que oficializará al senador por Illinois como el nominado para competir con el republicano John McCain y recuperar así la Casa Blanca.
Según una encuesta de CNN/Opinion Research Corp. difundida ayer, la cantidad de simpatizantes de Clinton que acudirían a votar ha caído con respecto a un mes atrás, en lo que podría ser una mala señal para Obama en momentos que busca unificar el partido. Un sondeo realizado a comienzos de junio, antes de que Clinton pusiera fin a su campaña, un 60% de sus partidarios dijeron que votarían a Obama. En la última encuesta, esa cifra ha caído a 54%.
En otra señal de que la "unidad" está lejos de concretarse, un 43% de los demócratas registrados consultados dicen que aún prefieren que Clinton sea la candidata a la Casa Blanca, por encima del 35% que habían opinado lo mismo a comienzos de junio.
En tanto Obama tenía el 59% de apoyo a comienzos de junio, pero en la última encuesta de comienzos de julio revela que ahora el apoyo está en 54%.
"Estas cosas siempre llevan tiempo sanar", dijo Bill Schneider, analista político senior de CNN. "Creo que los partidarios de Clinton están esperando ver si Obama la escogerá como vicepresidente. Eso sería, verdaderamente, muy sanador para ellos".
Varios analistas políticos consultados por CNN coinciden en que las perspectivas de una fórmula Obama-Clinton son pocas, principalmente porque la ex primera dama sigue siendo una figura divisoria en la política estadounidense y porque el mensaje de Obama del "cambio" está amenazado por los 16 años que ha pasado Clinton en Washington.
Pero aún sigue la interrogante de si Obama puede ganar suficiente apoyo de los demócratas sin Clinton como su segunda.

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