"Antes votaremos a McCain que a Obama"
Partidarios de Clinton se manifiestan en Washington para presionar al Partido Demócrata
Varios centenares de personas se manifestaron ayer a las puertas del hotel en que se reunían los 30 responsables del reglamento del Partido Demócrata, gritando consignas a favor de Hillary Clinton y muy críticas con el senador Barack Obama, el presidente del Comité Nacional Demócrata, Howard Dean, y los medios de comunicación norteamericanos. "Contad nuestros votos", coreaba la multitud, una buena parte de la cual había llegado en autobuses desde Florida. Portaban camisetas en las que se veía la cara de la senadora de Nueva York, y gritaban consignas como "Howard Dean, las mujeres no somos ciudadanos de segunda. Queremos voz y voto" o "Exigimos democracia".
Lo que en principio era un acto popular para solicitar que se validen los votos de las primarias de Florida y Michigan acabó siendo una multitudinaria manifestación de apoyo a la agonizante candidatura de Clinton. La inmensa mayoría de los reunidos eran mujeres de entre 40 y 50 años, como Michelle Owens, llegada a la capital tras 19 horas de autobús desde Orlando. "Esto no es democracia. Las votantes de Hillary nos sentimos silenciadas. Si ella no es la candidata, yo votaré al candidato republicano, el senador McCain", explica. Este era precisamente el argumento que más se oía en todos los corrillos: Muchos votantes de Hillary prefieren a un "republicano liberal" antes que al candidato afroamericano. Sienten que los medios de comunicación de EE UU viven una "historia de amor" con Obama que ha barrido a Clinton fuera del mapa. A Owens no le gusta ni siquiera que se le nombre al senador de Illinois. "¿Obama? No es más que un político de los de siempre disfrazado de predicador de púlpito", afirma con una mezcla de ironía y desgana.
Las mujeres reunidas ayer defendían una realidad paralela a la que se ha estado viviendo en las primarias de EE UU y a la que han estado reflejando los medios locales. En contra de todos los pronósticos, estas votantes todavía tienen una fe ciega en que Clinton llegará a la Casa Blanca. "Ella es la verdadera candidata del cambio", explicaba Jehmu Greene, afroamericana de 35 años y llegada desde Austin, Texas. "Yo no voto en función de mi raza o sexo, sino en función de la experiencia. Quien puede llevar el país a buen puerto después de los ocho años [del presidente George] Bush es ella".
Mientras los altos cargos demócratas deliberaban en el hotel Marriott-Wardman Park, la multitud cantaba canciones en español e inglés, modificando la letra de canciones populares para gritar "yo votaré a Hill" o "Hill será la presidenta". El español era un idioma muy oído en esta concentración. Familias latinas enteras habían acudido a Washington desde Texas y Florida. "Los hispanos nos sentimos traicionados. A muchos nos ha costado mucho conseguir el derecho al voto", explica Lulú Flores, de 52 años. "Cuando escogemos a alguien mayoritariamente, de repente resulta que nuestros votos no cuentan". En Florida, Clinton consiguió el 50% del voto, superando a su contrincante en 17 puntos. Para las manifestantes reunidas ayer, esta votación es más poderosa que las 30 victorias que ya atesora Obama.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.