Tres cooperantes de la ONG Plan fallecen en un ataque insurgente en Pakistán
Las víctimas eran de origen paquistaní. -Un atentado suicida mata a un general médico del Ejército de Pakistán
Al menos tres cooperantes paquistaníes de la ONG Plan han fallecido en un ataque insurgente localizado en el noroeste de Pakistán, según han confirmado fuentes de la organización.
Según el portavoz de la ONG en Londres, Jon Slater, la oficina "no había recibido ninguna amenaza recientemente, así que por el momento desconocemos las causas del ataque", en el que murieron tres empleados y otro más resultó herido de gravedad.
Un grupo de hombres armados -entre seis y doce- irrumpieron en las oficinas de la ONG en Mansehra, en la Provincia Fronteriza del Noroeste (NWFP), e hicieron detonar tres artefactos explosivos, además de disparar indiscriminadamente contra las personas que se encontraban en su interior hacia las 16:15 hora local. Según la ONG, la oficina ha quedado completamente arrasada por las llamas.
El ataque ha conmocionado a esta ONG, fundada en 1937 por el periodista británico John Langdon-Davies para ayudar a los niños víctimas de la Guerra Civil española, ya que trabajaba en la zona de Mansehra desde hace más de una década y la mayoría de su personal es local.
Atentado en Rawalpindi
En una jornada sangrienta, al menos otras ocho personas han muerto, entre ellas un responsable médico del Ejército, cuando un suicida que conducía un vehículo lo hizo colisionar contra un convoy militar en la ciudad de Rawalpindi, cerca de Islamabad, según testigos citados por el canal privado Dawn. El atentado, que ha tenido lugar en un barrio comercial junto al cuartel general de Nadra, tenía como objetivo al jefe médico del Ejército, Mushtaq Baig, que falleció junto con otro soldado. El estallido del coche también mató a seis personas más y ha herido al menos a otras 29.
Son los dos primeros atentados tras la coalición formada por los dos principales partidos de oposición, el Partido del Pueblo de Pakistan (PPP) de Asif Ali Zardari, viudo de la ex primera ministra asesinada, Benazir Bhutto, y la Liga Musulmana-N del ex primer ministro Nawaz Sharif. Ambas formaciones ganaron la mayoría de los escaños en las elecciones parlamentarias del pasado 18 de febrero y dejaron al margen al partido del actual presidente, Pervez Musharraf, que perdió su dominio en la Cámara y se enfrenta a un Parlamento hostil. Desde la jornada electoral, el Gobierno dio la orden a la Policía y el Ejército de estar alerta ante posibles atentados
Rawalpindi, ciudad donde reside el presidente Pervez Musharraf, es uno de los centros militares del país y alberga numerosos cuarteles. En el parque de Liaquat, se produjo el asesinato de Benazir durante un acto electoral el pasado 27 de diciembre. Zardari, viudo de la líder paquistaní, había anunciado que la primera medida que tomaría el nuevo Gobierno en coalición sería pedir una investigación a la ONU sobre el asesinato de su mujer, una proposición rechazada por el Gobierno de Musharraf. La Policía paquistaní y los agentes de Scotland Yard que colaboraron en la investigación concluyeron que el atentado fue obra de terroristas relacionados con Al Qaeda.
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