Este mar es mío

En la agenda internacional del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, hay un punto prioritario: ganar espacio marítimo a Colombia en el mar Caribe. Y aunque la Corte Internacional de Justicia ?el máximo órgano judicial de la ONU con sede en La Haya, que tiene en sus manos el litigio?, dio el lunes a Colombia un plazo que se extiende hasta el 11 de noviembre para presentar sus argumentos. Ortega ha enviado a su canciller, Samuel Santos con un carpeta repleta de documentos para ponerlos en manos del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, con el objetivo de demostrar que Nicaragua tiene derecho a reclamar lo que considera "su mar".

Este mar, asegura Managua, va hacia el oriente, más allá del meridiano 82, considerado por Colombia su frontera marítima. Esta línea imaginaria se ha convertido en los últimos días en una zona caliente. El Gobierno de Ortega asegura que una fragata colombiana hostigó a una embarcación nicaragüense que se dedicaba a la pesca en inmediaciones de esta calle marítima, mientras que su fuerza naval capturó un barco hondureño que tenía permiso colombiano para pescar en ese retazo del Caribe.

El ex canciller colombiano Augusto Ramírez Ocampo cree que la gestión de Nicaragua en el tribunal de la ONU no tendrá ningún efecto. Opina que Nicaragua intenta generar un incidente en el área para lograr medidas cautelares que restrinjan el acceso de naves colombianas a esas aguas. Él, como otros analistas, no descarta que detrás de todo esté el mandatario venezolano, Hugo Chávez, aliado ideológico de Ortega

Ramírez tiene el panorama claro: "Mientras La Haya no resuelva a fondo el problema, se aplica el statu quo, o sea, lo que venía" aplicándose hasta ahora, explicó a este periódico. La firma del tratado Esguerra Bárcenas, en 1928 dió a Nicaragua la costa Mosquitia y las islas Mangles, y a Colombia el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, además de marcar el meridiano 82 como límite marítimo entre ambos países. "Mientras La Haya no resuelva a fondo el problema, se aplica el statu quo, o sea, lo que venía", señaló Ramírez.

La disputa entre los dos países viene desde los años de la dictadura de Somoza en el país centroamericano. Durante el Gobierno sandinista se agitó la idea de que el archipiélago de San Andrés les pertenecía, que su bandera debería izarse en esas trazas de territorio colombiano desperdigadas no muy lejos de la costa de su país. En 2001, Nicaragua interpuso una demanda ante la corte internacional de La Haya.

Hasta ahora, Colombia no ha dejado ver sus cartas. El ex canciller Ramírez Ocampo piensa que pedirá que se defina por la línea media entre la costa de San Andrés y la de Nicaragua; otros creen que se mantendrá en el meridiano 82.

Pero Nicaragua quiere dar la pelea también por los cayos de Roncador, Quitasueño y Serrana, ricos en pesca. Aunque los tres son del archipiélago de San Andrés, no quedaron contemplados en el tratado de 1928 porque en ese momento Estados Unidos, como hizo con todas las islas ricas en guano ?abono orgánico?, los reclamaba como suyos. El asunto se aclaró en 1972: son colombianos. La corte también se declaró competente en este punto. Lo que no ha dicho es cómo se definirá el pleito. ¿Lo hará la misma corte o lo dejará en manos de los dos países? El debate, a pesar de su antigüedad, no ha hecho más que comenzar.