Sarkozy promete acelerar las reformas para mejorar el poder adqusitivo de los franceses

El presidente francés prometió ayer acelerar las reformas económicas para mejorar el poder adquisitivo de los franceses, el asunto que se ha convertido en el caballo de batalla más importante de sus seis meses de presidencia. En una entrevista concedida a TF1 y France 2, el mandatario conservador también se refirió a los disturbios ocurridos el domingo y el lunes en varios barrios de París tras la muerte de dos adolescentes al chocar su moto con un coche de policía.

Para el presidente francés, las algaradas no son muestra de una "crisis social", sino fruto de la "gamberrocracia". Además, dijo que encontrará "uno a uno" a "todos" los que dispararon contra los agentes en los disturbios de esta semana en el extrarradio de París y ha prometido una mayor "severidad" contra los "gamberros, desequilibrados y traficantes". Francia "ha cerrado los ojos durante décadas" a los suburbios problemáticos, continuó Sarkozy, que aseguró que ha llegado la hora de "ser más severo contra esta ínfima minoría".

Trabajar los domingos

La comparecencia televisada del jefe del Estado francés también sirvió para desgranar una serie de medidas en el terreno laboral, de la vivienda y del comercio cuyo objetivo es mejorar el poder adquisitivo de sus conciudadanos. Una de esas medidas es abrir la posibilidad de trabajar los domingos a condición de que se remuneren el doble y sea voluntario. Otra medida es que las empresas que reúnan los requisitos puedan exonerarse de las 35 horas a cambio de aumentar los salarios a los trabajadores o que se paguen las horas extra de los funcionarios igual que en el sector público.

En cuanto a los alquileres, Sarkozy propone que los precios se actualicen con arreglo al índice general y no al de la construcción, así como una reforma del sistema de fianzas, para que se rebaje de dos a un mes el importe de la garantía.

Sarkozy adelantó también que buscará una rebaja de los precios en las grandes superficies y que celebrará a mediados de diciembre una gran conferencia sobre la agenda social de 2008. En cuanto a la acuciante situación de las universidades, Sarkozy ha anunciado un plan de inversión de 5.000 millones de euros.

El jefe del Estado galo admitió que el poder adquisitivo de los franceses es "un problema real" y dijo "comprender" la inquietud de sus conciudadanos, pero también que él no podía decidir un "aumento salarial general en las empresas". "Los franceses no esperan que distribuya regalos de Navidad", dijo.

Los franceses estiman que cada vez tienen menos dinero y la conflictividad laboral se ha disparado. A la huelga de 9 días de los transportistas por la reforma de sus sistemas de pensiones hay que sumar la de los funcionarios, por la reducción de empleos, y hoy la de personal de juzgados, por el cierre de sedes para ahorrar. Además, estiman que la reforma fiscal anunciada por Sarkozy en verano solo beneficia a los más ricos. El tenso ambiente en las calles se ha traducido en los niveles de confianza de los consumidores más bajos en un año.