Las secuelas del Katrina
Imágenes captadas por la NASA revelan profundos daños forestales en los alrededores de Nueva Orleans
El huracán Katrina, que hace dos años arrasó el sureste de Estados Unidos, no sólo dejó en ruinas a la ciudad de Nueva Orleans, sino que destruyó gran parte de su riqueza forestal, según revelan fotografías tomadas por un satélite divulgadas hoy por la NASA.
Las imágenes, captadas por el satélite Intelsat 5, muestran sectores cercanos al lago Pontchartrain, vecino a Nueva Orleans, antes y después de la tormenta y ponen al descubierto los cambios en la vegetación durante los últimos dos años.
También revelan el grado de la destrucción forestal a lo largo de la frontera entre los estados de Luisiana y Mississipi, que junto con el de Alabama fueron los más afectados por el huracán.
Un equipo de investigadores de la agencia espacial estadounidense indicó que el ciclón, seguido a las pocas semanas por el huracán Rita, eliminó o dañó gravemente 320 millones de árboles en los bosques de los estados de la costa del Golfo de México.
Pulmón
Los árboles sirven de "pulmón" al eliminar de la atmósfera
el dióxido de carbono, por lo que esa destrucción debilitó la tarea de limpieza ambiental en la zona. "Lo que es más importante, la madera muerta se descompondrá con el paso del tiempo liberando todavía más dióxido de carbono",
señalaron los expertos de la NASA en un estudio que publica hoy la revista Science.
"La pérdida de tantos árboles hará que los bosques se conviertan en una fuente neta de dióxido de carbono para la atmósfera", indicó Jeffrey Chambers, biólogo de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, y autor del estudio.
"Si, como muchos creen, el calentamiento global aumenta los fenómenos extremos como el huracán Katrina, es probable que se avecine una mayor mortalidad de los árboles, lo que supondrá un mayor impacto sobre los ecosistemas forestales", agregó.
Chambers señaló que el ciclo del carbono está íntimamente ligado a todas las actividades del hombre en la Tierra, desde la energía hasta la producción de alimentos, la industria maderera y el consumo. "Cuanto más carbono libere en la atmósfera la actividad del hombre, más cálido será el clima. Esto acelerará el ciclo del agua lo cual producirá tormentas más intensas y la consiguiente destrucción de árboles, lo que ampliará el calentamiento global", manifestó.
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