Musharraf instala un Gobierno interino para supervisar las elecciones
El sub Secretario del Departamento de Estado de EE UU llega a Pakistán para "buscar el retorno a la normalidad"
El primer ministro provisional de Pakistán, Mohamed Mian Somro, ha jurado hoy su cargo ante el presidente del país, el general Pervez Musharraf, que, pese a la agitación política que se vive en el país, en estado de excepción desde hace dos semanas, ha asegurado que "nunca antes Pakistán había tenido una transición de Gobierno tan suave". En tanto, el sub Secretario de Estado de EE UU, John Negroponte, ha llegado hoy a Islamabad para reunirse con Musharraf y pedirle el levantamiento del estado de excepción y que termine con la detención de opositores.
Ayer por la tarde, Musharraf, presionado por EE UU, levantó el arresto domiciliario en el que mantenía desde el martes a la ex primera ministra, Benazir Bhutto, que ha calificado de "inaceptable" el nuevo Gobierno.
Somro, una figura cercana a Musharraf, sustituye a Shaukat Aziz y ha sido nombrado por el presidente formalmente para organizar y supervisar las elecciones legislativas que se celebrarán en enero. Después, traspasará el poder al candidato que resulte elegido. También han jurado su cargo los ministros interinos, que, al igual que Somro se han comprometido a "defender la Constitución de la República Islámica de Pakistán", suspendida por Musharraf desde el pasado día 3, cuando declaró el estado de excepción.
La toma de posesión del nuevo Gabinete se ha producido tras la disolución de la Asamblea Nacional la pasada medianoche, tras cinco años de la legislatura. El país afronta ahora unas elecciones legislativas, previstas para el 9 de enero, cruciales para el futuro del país y que la oposición ya cuestiona como fraudulentas. Musharraf se enfrenta a una oposición que no ha tenido desde que accediera al poder. Muchos en su país critican su alianza con EE UU, que le consideraba hasta hace poco como aliado "indispensable" en la lucha contra el terrorismo islámico.
Ahora, EE UU ya no le ve tan indispensable y la oposición en su país le cuestiona desde que, en octubre, fuera reelegido para un segundo mandato. Tras ser elegido por las asambleas provinciales y nacional, la oposición recurrió su nombramiento al Supremo porque consideraba que era ilegal que accediera a un segundo mandato siendo militar. El presidente del Supremo aceptó estudiar el caso y Musharraf le destituyó. Para calmar a la población y presionado por EE UU, pactó un reparto de poder con la ex primera ministra Bhutto, pero no fue suficiente, por lo que decretó hace dos semanas el estado de excepción, días antes de que se pronunciara el Supremo. Desde entonces, Bhutto ha estado dos veces en arresto domiciliario, en un intento del general de no permitirle encabezar el descontento popular.
Pese a todo, al término de la ceremonia de toma de posesión del primer ministro, Musharraf ha recibido al nuevo Gobierno, señalando que el país está ante la transición de Gobierno más suave que ha habido en la historia de Pakistán. Ha recalcado además que Pakistán está en "el camino hacia la democracia". "Pese a ser un hombre en uniforme (en referencia a su cargo de jefe del Ejército), he introducido la esencia de la democracia en Pakistán", ha dicho Musharraf, que llegó al poder a través de un golpe de Estado incruento en 1999.
Visita de Negroponte
Negroponte ha llegado a Pakistán con el mensaje de que "queremos trabajar con el Gobierno y la gente de Pakistán y los actores políticos en Pakistán para
devolver el proceso político a la normalidad lo antes posible". Estados Unidos ha hecho reiterados llamamientos al general para que levante el estado de excepción, dé una fecha concreta para las elecciones y que termine la persecución de los opositores.
Además de Musharraf, el diplomático estadounidense se entrevistará con la dirigente opositora y ex primera ministra Benazir Bhutto, recién liberada tras pasar cuatro días bajo arresto domiciliario.
Poco antes de la jura del Gobierno interino, Musharraf levantó el arresto domiciliario de Bhutto, ordenado el martes. Los oficiales penitenciarios han abandonado la residencia de Bhutto en Lahore (en el este del país), donde se apostaron el martes para impedir que la líder opositora encabezara una gran marcha contra Musharraf desde Lahore hasta la capital, Islamabad. Según el responsable de la policía de Lahore, Bhutto es libre para ir a donde quiera, aunque algunos agentes seguirán acompañándola "por su seguridad".
Bhutto ha calificado de "inaceptable" al nuevo Gobierno, ya que está encabezado por un fiel aliado del general y compuesto por figuras afines, por lo que la oposición teme que se fabrique una mayoría en las elecciones de enero para perpetuarse en el poder. Bhutto, que se reunirá con otros líderes opositores el próximo día 21, baraja incluso la posibilidad de boicotear las elecciones.
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