34 esqueletos en un sótano de Moscú reviven el Gran Terror soviético
La policía señala que los restos podrían pertenecer a víctimas de las purgas políticas de Stalin
Un grupo de 34 esqueletos y una pistola oxidada han sido localizados en un sótano de Moscú, según informa The Guardian. La policía sospecha que se trate de una masacre ejecutada hace más de 70 años, durante el período del Gran Terror, la purga política que dirigió el dictador Josif Stalin en los años 30 en la Unión Soviética. Los agentes señalaron ayer que algunos de los fragmentos de cráneo tenían impactos de bala que muestran que los fallecidos recibieron disparos en la cabeza a corta distancia.
Los restos se encuentran en el sótano de una mansión del siglo XIX, en el número 8/1 de la calle Nikolskaya, ubicada a medio camino entre la Plaza Roja y la Lubianka, el antiguo cuartel general del servicio secreto soviético, el KGB. Un grupo de obreros que trabajaba en la rehabilitación de los cimientos del inmueble halló los restos por casualidad el pasado miércoles, junto a una oxidada pistola Browning de 1903. El edificio, que está siendo convertido en un complejo comercial, ha sido sellado inmediatamente y los agentes han abierto una investigación.
"Serán necesarios los exámenes forenses, pero según las conclusiones iniciales de los especialistas esta gente fue asesinada en los años 30", ha señalado un portavoz policial. "Lo más probable es que fueran víctimas de la represión política que fueron ejecutadas en el mismo lugar en el que se han hallado los restos". Los exámenes podrían durar un mes hasta determinar cuál fue la fecha de defunción de los cuerpos, añadió Boluchevsky.
Una mansión aristocrática que visitó Gógol
El lugar tiene un pasado ilustre como hogar de varias familias aristocráticas. En el siglo XIX, por ejemplo, perteneció a un comerciante llamado Chizhyov, entre cuyas visitas habituales se contaba el escritor Nikolai Gógol.
La comisión del patrimonio cultural de Moscú ha cuestionado las sospechas de la policía t sostiene que los restos podrían pertenecer al camposanto de una catedral del siglo XVII, que se hallaba en ese mismo lugar. La policía, sin embargo, duda de que el lugar fuera un lugar de enterramiento habitual. Serguéi Boluchevsky, jefe del departamento de investigación de la comisaría del distrito de Tverskaya, mantiene que los restos no pertenecen a un cementerio. "No había ropa ni zapatos ni restos de ataúdes", ha señalado a The Guardian.
El millón de víctimas de la Gran Purga
Más de un millón de opositores al poder soviético fueron ejecutados durante el Gran Terror, que alcanzó su clímax en 1937, cuando la policía secreta del NKVD se deshizo de una media de 1.000 personas al día. Las víctimas procedían todos los estratos sociales, desde líderes bolcheviques, oficiales del partido, mandos del ejército, "elementos étnicos peligrosos" y campesinos ricos.
En Moscú se conocen varias fosas comunes de las víctimas de las purgas, incluyendo el paredón de fusilamiento de Butovo, donde cayeron cerca de 20.000 víctimas, pero a veces se encuentran cuerpos fuera de estas zonas. El historiador de la arquitectura Aleksei Klimenko asegura que el emplazamiento del nuevo hallazgo indica que fueron víctimas del Terror de Estado.
"Tras la revolución fue un cuartel del Ejército Rojo y luego pasó a ser propiedad de la Lubianka", señaló. "La NKVD prefería no ejecutar condenas en sus locales pero este lugar se encontraba a una distancia muy cómoda".
Nikolai Petrov, un investigador de Memorial, una organización dedicada a mostrar la represión política soviética, ha señalado que la comisión militar del Tribunal Supremo, que era la que dictaba las sentencias de muerte, también estuvo ubicada en un lugar próximo.
Un genocida rehabilitado
Rusia ha intentado saldar las cuentas con el legado del Gran Terror, una cuestión espinosa que ha empeorado por el hecho de que, para muchos rusos, Stalin sigue siendo una figura heroica y un patriota, de quien se dice que o bien desconocía las ejecuciones o bien que los apoyó para conseguir un bien mayor.
El presidente Vladímir Putin señaló en junio que los rusos no deben sentirse culpables por la era de Stalin porque "en otros paíes ocurrieron cosas incluso peores". Otros políticos se le han sumado en el elogio del líder soviético.
"En un tiempo en el que Stalin está siendo rehabilitado y considerado como un héroe, esto nos recuerda el verdadero horror de aquellos días", añadió.
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