Uribe rechaza que el acuerdo con las FARC incluya el canje de extraditados
La guerrilla exige la liberación de Trinidad y Sonia, presos en EE UU
Simón Trinidad y Sonia, los dos guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que cumplen condena en cárceles estadounidenses, se están convirtiendo en el mayor escollo para lograr un canje humanitario que permita el intercambio de secuestrados de la guerrilla por insurgentes presos. El presidente, Álvaro Uribe, ha anunciado que no acepta que se incluya a Trinidad y a Sonia en el canje, y así lo explicó ayer al secretario de Defensa de EE UU, Robert Gates, de visita en Bogotá.
Tras un encuentro con Gates en el palacio de Gobierno, Uribe dio una conferencia de prensa y fue enfático: "El Gobierno de Colombia dice rotundamente 'no". Según Uribe, permitir el regreso a Colombia de los dos guerrilleros extraditados a cambio de la liberación de los tres contratistas estadounidenses secuestrados en 2003, después de que las FARC derribaran la avioneta en la que viajaban, en el sur del país, pondría en riesgo a los ciudadanos de ese país, porque podrían ser secuestrados para evitar la extradición de guerrilleros. "Con la extradición no se puede jugar", advirtió Uribe.
Ricardo Palmera —verdadero nombre de Simón Trinidad, un guerrillero de familia adinerada— fue extraditado en enero de 2005 tras ser capturado en Ecuador. Está en una cárcel de Columbia y permanece incomunicado. Anayibe Rojas, Sonia, de origen campesino, fue acusada de manejar negocios de coca para la organización guerrillera. Está en una cárcel de Tejas y puede recibir visitas. Antes de entregarlos a la justicia estadounidense, Uribe ofreció ofreció suspender su envío a EE UU si las FARC liberaban a sus secuestrados. Los rehenes canjeables son 45, pero también tienen cautivas a más de 700 personas, por las que piden jugosos rescates.
No es la primera vez que Uribe se niega a negociar con los extraditados. Desde que la senadora Piedad Córdoba y el presidente venezolano, Hugo Chávez, empezaron su mediación para desbloquear el acuerdo humanitario, no se ha cansado de repetirlo. Uribe matiza que su posición radical no debe suponer un obstáculo para las gestiones humanitarias de los mediadores. Pero ayer, desde Washington, la senadora Córdoba —que sigue moviendo los hilos para logar apoyos a alto nivel para el acuerdo—, anunció que se había aplazado el anunciado encuentro entre Chávez y los delegados de las FARC, previsto inicialmente para el fin de semana. La senadora explicó que la situación jurídica de Trinidad y Sonia es uno de los motivos del aplazamiento, mientras trata de buscar una salida a este problema con un grupo de abogados.
Las FARC, a su vez, también son rotundas: no habrá acuerdo sin la libertad de Sonia y Simón Trinidad. En su página web, el comandante Iván Márquez asegura que el presidente no puede "lavarse las manos como Pilatos" y recuerda que Simón y Sonia dependen hoy de instituciones de Washington. Añade que no se puede hablar de canje si una de las partes no "recibe a los suyos".
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