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Reportaje:

Cebos para cazar insurgentes iraquíes

El Pentágono podría haber animado a los francotiradores en Irak a abatir a aquellos iraquíes que cojan municiones, explosivo plástico o cables de detonación colocados en las calles de Bagdad

El Pentágono ha animado a los francotiradores del Ejército estadounidense a considerar como objetivos a aquellos iraquíes que cojan cebos -como municiones, explosivo plástico o cables de detonación- colocados por los soldados norteamericanos en las calles de Bagdad, según documentos oficiales recogidos por el diario estadounidense The Washington Post.

"Poner un cebo consiste en diseminar por las calles aquellos objetos que sabemos que la insurgencia puede emplear con la intención de destruir a sus enemigos", ha afirmado el líder de la unidad de francotiradores de élite del 501 de infantería, capitán Matthew P. Didier.

"Si alguien encuentra ese objeto, lo recoge y se marcha con él, creo que es señal de que podría ser empleado contra las fuerzas estadounidenses", ha explicado el militar en una declaración jurada recogida por el diario.

Sin embargo, el Instituto Nacional para la Justicia Militar (INJM), una organización independiente encargada de examinar sucesos moralmente cuestionables durante el conflicto en el país árabe, ha pedido que este programa de "colocación de cebos" sea "examinado con meticulosidad", ya que los civiles iraquíes podrían ser considerados, erróneamente, como objetivos.

"En un país repleto de armas y objetos bélicos, si vas a apuntar a todos los que recojan algo que podría ser empleado como arma, daría lo mismo pedir a todos los iraquíes que se pusieran una diana en la espalda", ha explicado el presidente del INJM, Eugene Fidell.

Cuántas víctimas

El diario estadounidense afirma que de momento se desconoce si el programa se ha aplicado en zonas de Irak fuera de Bagdad, o cuántas personas, entre ellas civiles, han perdido la vida a consecuencia de esta nueva estrategia. El medio comenta además que muchos de los francotiradores estadounidenses no están informados de este nuevo plan de ataque.

Así, meses después de la puesta en marcha de este programa, tres soldados del pelotón de francotiradores del 501 fueron acusados de asesinato y de poner después en los cadáveres los objetos que iban a ser empleados como cebo para intentar aparentar un tiroteo legítimo. Los abogados defensores de los acusados han criticado este nuevo programa por "difuminar la legalidad de las acciones bélicas". "Los soldados se han convertido en meros peones de este concepto de 'guerrilla con cebos', que es como una cebolla: por encima, parece bien; pero cuando empiezas a pelarla, apesta como el infierno", ha afirmado el abogado James D. Culp, abogado de uno de los tres francotiradores acusados.

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