Siete soldados estadounidenses fallecen en Irak en las últimas horas

Cuatro soldados del Ejército de los Estados Unidos murieron ayer en un combate con la insurgencia en la provincia de Anbar, y otros tres resultaron fallecidos al estallar una bomba al norte de el país.

Los cuatro marines, asignados a la Fuerza Multinacional del oeste de Irak, murieron ayer mientras realizaban una operación de combate en Anbar, una provincia predominantemente suní al oeste del Bagdad en la que últimamente se ha vivido un importante brote de violencia, según el comunicado del Ejército.

El presidente de EEUU, George W. Bush, visitó el pasado lunes esta misma provincia, que puso como ejemplo de la supuesta mejora de la situación de la seguridad en Irak.

Los otros tres soldados fallecidos, que pertenecían al destacamento de Fuerza de Intervención Rápida, fueron alcanzados ayer por la explosión de una bomba que había sido colocada en una carretera mientras circulaban en su vehículo en la provincia de Ninawa.

Más de 700 soldados estadounidenses han fallecido en Irak en lo que va de año, una cifra elevada si se compara con los 810 de todo el año 2006. Los militares argumentan que esto se debe a dos razones: el aumento en 30.000 soldados este año y que éstos realizan numerosas operaciones fuera de sus cuarteles.

Cerca de 3.740 militares norteamericanos han muerto en Irak desde el inicio de la invasión en 2003, de los cuales, 3.065 han muerto en acción. Otros 27.600 han resultado heridos, de los cuales 12.429 de manera tan grave que no han podido reincorporarse a las fuerzas armadas, según informa la web del Pentágono.