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Picasso y los buitres

Del alfiler al elefante

Por MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN

Miró cumplirá 80 años casi dos semanas después de la muerte de Picasso. De alguna manera, la muerte de Picasso va a gravitar sobre la vida de Miró: se multiplican las peticiones de que cree museos aquí y allá, se especula ya sobre el testamento de Miró, ya se acercan las manos a la túnica sagrada. El espectáculo de Picasso de cuerpo presente mientras las cancillerías y los parientes se entregaban a una batalla, no ha sido un espectáculo agradable. Pablo y Pablito, figurillas en otro tiempo inmortalizadas por el pincel de Picasso, han tomado su estatura real en las puertas del templo de la herencia o sobre las escalinatas donde van a parar los arrojados del templo de la herencia.

Pablito se ha tomado una “lejía frappé”. El espectáculo se presta más a un naturalismo posromántico que a las revolucionarias expresividades picassianas. El serial visual radiofónico de los herederos se complementa con la ópera bufa de los Gobiernos nacionalizando la vida y la muerte de Pablo Ruiz Picasso: ¿Malagueño? ¿Francés? ¿Barcelonés? ¿Ciudadano del mundo? En la respuesta está la clave de quién tiene los mayores derechos sobre la túnica sagrada. Para unos, la victoria de esos derechos es el triunfo de la adopción; para otros, el triunfo de la recuperación. Para los franceses, Picasso es el resultado del foie grass que se comió y para los españoles es el resultado de la leche que mamó. ¿Quién reivindica la paternidad de sus ojos? ¿Qué oftalmólogo reclama esa portentosa capacidad de ver lo que nadie había visto antes? ¿Quién es el padre de la conciencia de Picasso capaz de decir sí y no ante los hombres y las cosas?

En este sentido, la obra de Picasso nos pertenece a todos los empadronados en la especie y mal asunto es que el pintor no haya previsto el vuelo de parientes y políticos sobre su cadáver, los picotazos que puedan dañar las telas, incluso el riesgo lamentable a pesar de todo que conlleva el oficio de los buitres.

16 de abril de 1973. Tele/eXpres

A Manuel Vázquez Montalbán, primera entrada del blog (21 de abril)

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Comentarios

Leyendo este articulo que habla de Picasso, me recuerda los años sesenta en Barcelona. Entonces pensaba yo que Picasso era internacional, que pertenecia al mundo su personalidad y su arte. Cuadros que por sus formas nos parecian mas cercanos a los neofito en arte que a los entendidos academicos. Sabiamos de su españolidad, de sentirse español pero los franceses le habia cogido, como siempre a todos los artistas, cariño y no dejaria de quedarse con su figura, sus cuadros y su biografia. La Democracia, cosa que MVM no previo, salio en su defensa y durante el Gobierno de los socialistas se trabajo para restaurar la figura del genio español Picasso. Museo en Malaga y en Barcelona
yo era muy pequeño cuando eso sucedía, pero puedo entender que ciertas cosas suceden porque no todos tienen el mérito de ser genios, locos o maestros... quizás si más gente se concentrase en su propia superación antes que en aprovecharse del genio ajeno el mundo sería otro... lo único que puedo decir es que cada uno disfrute de su vida, coma bien, beba buenos vinos, tenga su botellita de the london gin, viva sus placeres y aspire a ganarse su lugar en el mundo con la felicidad que da lo hecho con fuerzas propias... gracias por un blog tan interesante

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