Villepin, imputado por el 'caso Clearstream'
El ex primer ministro francés está encausado por una trama que intentaba cerrar el paso al Elíseo a Sarkozy
El ex primer ministro francés Dominique de Villepin ha sido imputado hoy en el llamado caso Clearstream por "complicidad en denuncia calumniosa" y otros delitos, según ha informado uno de sus abogados.
Villepin, encausado además por "receptación de robo y de abuso de confianza", así como por "complicidad de uso de falsificación de documentos", se convierte en el primer político encausado en esta antigua trama para tratar de cerrar el paso al Elíseo a Sarkozy, lo que da a este sumario un giro de "asunto de Estado".
En una breve declaración a su salida del despacho de los jueces, Villepin a vuelto a rechazar una vez más las acusaciones en su contra y ha dicho que espera que aflore la "verdad". El ex primer ministro ha señalado que responderá más adelante a todas las preguntas de los jueces. "Actué para hacer frente a amenazas internacionales" y amenazas contra los "intereses" del país, ha declarado Villepin, quien ha asegurado que en todo momento cumplió con sus "deberes como ministro". "Es doloroso que se me ponga en entredicho", ha reconocido. "Pero la verdad aparecerá y responderé a todas las preguntas que se me hagan en una futura convocatoria", ha añadido Villepin.
Con gesto grave, Villepin ha concluido su breve declaración afirmando que esas acusaciones son "dolorosas para mí y para mi familia". Luego ha recuperado su habitual sonrisa se ha subido en una limusina negra y se marchó acompañado de sus abogados, Olivier d'Antin y Luc Brossollet. D'Antin ha confirmado que Villepin decidirá si contesta o no la competencia de los jueces más tarde, una vez que haya estudiado todo el sumario y los elementos en su contra.
Sin responder al juez
El que fuera jefe del Ejecutivo francés desde junio de 2005 al 17 de mayo de 2007, que compareció apenas una hora ante los magistrados, no contestó a sus preguntas con el argumento de que quiere conocer antes todos los elementos contra él, añadió el letrado Oliver D'Antin.
Esta segunda comparecencia de Villepin ante los jueces, se debe a la aparición de nuevos elementos que apuntan a su supuesta participación en una trama activada en 2004 para truncar las aspiraciones presidencialistas de Sarkozy, al lanzar sobre éste acusaciones de corrupción.
Las maniobras políticas del 'caso Clearstream'
El caso Clearstream está relacionado con una serie de denuncias calumniosas que, de forma anónima y a través de listas falsas de cuentas en la empresa Clearstream, afectaron entre 2003 y 2004 a distintas personalidades políticas francesas, entre ellas al presidente, Nicolas Sarkozy, cuando éste era ministro del Interior y principal rival político de Villepin en el seno de la Unión por un Movimiento Popular (UMP).
El nombre de Sarkozy aparecía en unos listados de cuentas bancarias de la sociedad luxemburguesa Clearstream como beneficiario de fondos millonarios en el extranjero, en los que también figuraban otros políticos e industriales franceses.
Posteriormente se demostró que esos listados habían sido falsificados presuntamente por un informático allegado al ex vicepresidente de EADS, Jean-Louis Gergorin, quien reconoció la semana pasada ante los jueces que fue Villepin quien le empujó a entregar esos documentos a un juez que investigaba las comisiones pagadas en la venta de seis fragatas galas a Taiwán en 1991.
Las declaraciones de Gergorin a la justicia filtradas a la prensa confirmarían el contenido de los correos electrónicos escritos por el general y veterano de los servicios secretos franceses Philippe Rondot. La publicación de notas personales del general Rondot, quien trabajaba para el Ministerio de Defensa, parecen indicar que Villepin quiso aprovechar la ocasión para desestabilizar políticamente a Sarkozy. El escándalo podría salpicar al ex presidente Jacques Chirac, quien aparece también en estas notas y era jefe de Estado cuando se produjo el caso.
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