Nuevo estallido de violencia en Oaxaca
Una asamblea de ciudadanos y los maestros retoman el conflicto con las autoridades del PRI
Al menos una decena de personas han resultado heridas en Oaxaca, en el sur de México, durante un enfrentamiento entre policías locales y del estado, y simpatizantes populares que pretendían boicotear la fiesta de Guelaguetza, una de las más grandes del estado.
La Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), opuesta al gobernador Ulises Ruiz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), había amenazado el mes pasado boicotear esta celebración en la que participan todas las etnias del estado oaxaqueño. Una amenaza que se remonta a junio, cuando los maestros y miembros de la APPO acordaron boicotear la fiesta de la Guelaguetza porque pretenden "recuperar el carácter ceremonial donde se refleja la convivencia armónica y no el propósito eminentemente comercial, oficialista y de promoción política".
Barricadas en las calles
Los heridos, cuya identificación no fue facilitada, han resultado golpeados e intoxicados por gases lacrimógenos lanzados por la policía en un enfrentamiento donde resultó incendiado parte de un hotel de cuatro estrellas y varios autobuses incendiados.
Los enfrentamientos de este lunes se han producido tras el intento de los manifestantes de burlar el cerco policial en torno al auditorio del Cerro del Fortín, donde pretendían llevar a cabo una fiesta alternativa denominada Guelaguetza popular, para adelantarse a la ceremonia oficial prevista para la semana del 23 al 30 de julio. Sin embargo, el foro del Cerro del Fortín, lugar donde se celebra la ceremonia oficial, permanece vigilado desde el sábado pasado con un operativo policial para impedir el ingreso de los rebeldes.
Secuestro de autobuses
Los manifestantes secuestraron siete autobuses y han instalado barricadas para protegerse de la policía que utiliza gases lacrimógenos para dispersarlos.
La Guelaguetza es un festejo que se lleva a cabo en Oaxaca desde 1938, en la que representantes de las etnias del estado hacen una demostración de las costumbres y tradiciones de cada una de las comunidades indígenas. En 2006, se desató un conflicto colectivo en el estado de Oaxaca en el que murieron una veintena de personas.
Precisamente el 14 de junio de 2006 unos setecientos policías estatales enviados por el gobernador Ruiz intentaron desalojar con gases lacrimógenos y un gran despliegue a miles de profesores que se encontraban en el Zócalo de esta ciudad exigiendo mejoras salariales.
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