Tres muertos y 39 heridos en nuevos combates entre Hamás y Al Fatah

Tres personas han muerto y al menos 39 han resultado heridas durante las últimas horas en nuevos enfrentamientos entre las milicias del movimiento islamista palestino Hamás y del nacionalista Al Fatah en Gaza, informaron fuentes hospitalarias. El nuevo brote de violencia ha surgido en un barrio de la ciudad de Rafah, al sur de la franja, donde el pasado jueves guerrilleros de ambas partes pactaron, con mediación egipcia, un alto el fuego tras un día de luchas callejeras que causaron un muerto y 12 heridos.

Dos de los muertos pertenecen a Al Fatah y uno a Hamás, mientras que entre los heridos hay ocho en estado grave y también varios niños, añadieron las fuentes.

Según testigos presenciales, el conflicto volvió a encenderse la pasada noche cuando miembros de las milicias de Hamás y de la fuerza auxiliar creada por este movimiento fueron vistos tomando posiciones en los tejados. Las milicias de Al Fatah también rompieron aparentemente la tregua al bloquear varias calles con piedras y sacos de arena. Ambos grupos se han acusado mutuamente de violar el alto el fuego pactado el 19 de mayo.

Los milicianos, que se responsabilizan mutuamente por el brote de violencia, se atacaron con lanza-granadas, morteros y armas automáticas. Los de Al Fatah alegan que los islamistas destruyeron las viviendas de dos de sus seguidores, y los de Hamas que sus rivales mataron a un jefe suyo en Rafah.

Reunión en El Cairo

Los incidentes se han producido mientras en El Cairo las facciones palestinas negocian para tratar de resolver el problema de la violencia interna y estudiar la posibilidad de un alto el fuego con Israel. Fruto de esas conversaciones, representantes de Hamas y de Al Fatah acordaron en la madrugada de hoy un nuevo alto el fuego con la mediación de Egipto, y en las primeras horas de esta mañana se mantenía en pie.

Además, uno de los comandantes locales de Hamás perdió la vida este sábado en los intensos enfrentamientos registrados en Rafá, en el sur de Gaza, contra partidarios de Al Fatá, de acuerdo con informaciones recogidas por el diario israelí Jerusalem Post.

Ataques israelíes

Por otro lado, La aviación israelí atacó durante la noche del sábado un puesto de la Yihad Islámica en Gaza, provocando dos heridos, según fuentes hospitalarias citadas por la agencia MAP. El ataque se produjo horas después de que la organización se declarase responsable de un asalto en la frontera en Israel, según informaron fuentes de seguridad palestinas.

El asalto aéreo fue confirmado por el Ejército israelí en presumible respuesta al ataque de un grupo de milicianos de esta organización contra un puesto de control fronterizo israelí de Kissufim, entre la Franja de Gaza e Israel, tras lo cual protagonizaron un duro enfrentamiento con el Ejército hebreo. Tanques y tropas de las fuerzas militares israelíes dispararon contra los milicianos, que atacaron el puesto fronterizo con lanzagranadas y armas automáticas, según explicaron residentes de la zona citados por el diario hebreo Haaretz.

Ampliar la ofensiva

El recién nombrado jefe del Estado Mayor israelí, Gabi Ashkenazi, ha afirmado estos últimos días que el Ejército de Israel debería ampliar el alcance de su ofensiva en la Franja de Gaza, según informó el mismo diario. Sin embargo, admitió que es mejor no llevar a cabo una gran operación terrestre en la zona. El intento frustrado por parte de Yihad Islámica de secuestrar el sábado a un soldado israelí en el cruce de Kissufim, cerca del centro de la Franja de Gaza, demostró nuevamente que los puestos solitarios situados a lo largo de la valla que separa la Franja de Gaza de Israel son objetivos atractivos para las organizaciones terroristas palestinas.

Anteriormente, Ashkenazi se oponía a la invasión de Gaza por diferentes motivos operativos, pero su postura cambió después de que los milicianos palestinos comenzasen a disparar misiles Qassam contra Israel desde la Franja de Gaza. Ashkenazi ordenó al Comando del Sur que se preparase para realizar incursiones a la Franja de Gaza, cuyo objetivo no es realizar emboscadas, aunque sí implican una penetración mayor del Ejército israelí en los territorios palestinos.