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¿Sería usted capaz de torturar?

El hecho que suscita este comentario sucedió hace ya algunos días y ha quedado pospuesto entre mis notas debido a otras urgencias. Pero hoy quiero tratar sobre uno de los grandes temas morales que ha dominado la vida política internacional desde los ataques terroristas del 11-S. El periodista de la cadena Fox, Brit Hume, que moderó el debate entre los diez candidatos a las primarias presidenciales del Partido Republicano hará un par de semanas, les hizo una pregunta endiablada, la pregunta de nuestra época. Veamos. Después de varios ataques suicidas en varias ciudades norteamericanas un grupo terrorista del que se presume que tiene información sobre nuevos ataques es detenido y trasladado a Guantánamo. Usted como presidente, ¿hasta dónde permitiría que llegaran los interrogatorios?, les preguntó el moderador del debate.

Nueve de los diez candidatos se mostraron dispuestos a dar la orden de torturar. De la crónica del Washington Post recojo lo que dijeron dos de los más destacados. El mormón Mitt Romney respondió que en vez de cerrar Guantánmo lo que hay que hacer es duplicar la capacidad del campo. El ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, no se quedó corto y aseguró que diría a los interrogadores que utilizaran “todos los métodos que se les ocurrieran” incluyendo la bañera (la inmersión de la cabeza en agua durante largo rato, conocido en EE UU como ‘waterboarding’). “Yo he visto lo que puede ocurrir cuando te equivocas en estas cosas”, dijo en una frase que el periódico califica de sin sentido. Lo tiene, aunque es aberrante: quiere decir que si la tortura hubiera estado legalizada en Estados Unidos antes del 11-S quizás se habrían evitado los atentados.

El único candidato que salvó el honor americano fue John McCain, que es el único también que sabe de lo que habla: él mismo fue torturado en el curso de su detención en Vietnam del Norte. McCain rechazó la tortura pero dijo dos cosas que deben ser objeto de discusión, pues ofrecen un punto de vista moral, algo totalmente ausente en los otros candidatos. Primero dijo que sería una decisión que la tomaría personalmente bajo su única responsabilidad. Y luego añadió que “nunca obtendremos algo con la tortura que no la perdamos en la opinión mundial”. Respecto a la primera, está muy bien que sea el presidente quien asuma toda la responsabilidad. Incluso si un presidente considera que en un caso excepcional debe llegar a transgredirse el código moral y legal, es perfecto que lo asuma como una decisión personal de la que se hace él sólo responsable: que no la cargue sobre las espaldas de otros; que no quiera introducir cambios legislativos para crear zonas grises; o lo peor de todo, que no quiera legalizarla, como ha intentado Bush y en parte ha conseguido con al ayuda de su fiscal general Gonzales.

McCain fue quien introdujo y obtuvo la aprobación en diciembre de 2005 de una enmienda en el Congreso para impedir la tortura, a demanda precisamente de los militares norteamericanos en Irak, que se habían visto involucrados en situaciones de este tipo. Bush firmó la ley una vez aprobada, pero con una salvedad adjunta (un 'signing statement', se le llama, o declaración firmada) por la que se arroga como presidente el derecho a interpretar la ley en la forma que le parezca: en roman paladino, que puede seguir eludiendo la prohibición de torturar, amparándose en los poderes de guerra absolutos que tiene el presidente.

Voy a resumir cómo interpreto la posición de McCain. Si hay una bomba que va a estallar en mi casa, y tengo en mis manos al terrorista que sabe como desactivarla, será muy difícil convencerme de que no intente conseguir como sea que me dé la información necesaria para evitar la muerte de mi familia. Pero en primer lugar, esta situación, que es excepcional, no es la que enfrentan normalmente quienes piden a posteriori la justificación de sus torturas, sino más bien lo contrario. Se acogen a esta excusa teórica de la bomba de relojería para aplicar la tortura de forma sistemática. Y segundo y más importante, sólo si una persona lo asume como una decisión personal excepcional y grave por la que está dispuesto a pagar y sufrir las consecuencias legales, se puede entender que alguien, aunque quizás nunca el propio presidente, consienta o aplique la tortura por su cuenta. Es monstruoso y de consecuencias terribles e incalculables para el Estado de derecho y para cualquier sociedad civilizada que lo haga el propio Estado, que se haga bajo la protección de la ley y más todavía como fruto de la decisión de un juez o una autoridad. Pero eso es lo que piensan nueve de los diez candidatos republicanos.

Comentarios

Muchas veces se ha dicho que quien mejor conoce una guerra será, al ser testigo de sus estragos, el que con mas fuerza intentará evitarla. McCain, como Powell, saben lo que es una guerra, y quizás curtidos por sus experiencias han sido unos republicanos un tanto atípicos que si bien no se han salido del sistema de valores conservador establecido, ni se han opuesto firmemente a la guerra de Irak, si que han apuntado matices de lucidez y decencia que los neocons analfabetos que rodean a Bush y homenajean a Aznar, han ignorado. McCain es un tipo que cree que hay límites que no se pueden rebasar y que cree en el convencer para vencer. Dadas las circunstancias, y viendo de donde venimos, es lo máximo que parece que se la puede pedir a un político norteamericano en estos momentos, y mas si es republicano, enhorabuena McCain, te has quedado solo entre tus colegas, pero te acompaña la mayoría de los ciudadanos del mundo en tu reflexión, lo cual significa una mala noticia, perderás las primarias, pero otra buena, y es que no siendo presidente, podrás preservar tus principios morales. Ya sabes que no hay individuo que no se haya sentado en el despacho oval,y que no haya caído en la tentación de utilizar las cloacas del Estado para defender ese concepto tan indeterminado llamado "seguridad nacional".
Que maravilla de artículo, muy bien escrito, un tema interesantísimo y útil para la opinión publica global. La falta de educación, el radicalismo y una tremenda insania mental, imperan en aquel país que debería estar decadente, pero no esta, al contrario esta en su auge, robando terreno del socialismo cada vez mas... es una lastima. Pero, muchas gracias por la obligatoria reflexión.
Resulta terrorífico pensar en que la tortura esté permitida por la gran mayoría. Sobre la reunión Condolezza Zapatero, supongo que la americana vendrá a exigir más control sobre problemas derivados de su política de guerra. El Rey y el presidente deberían romper relaciones con los Estados Unidos porque son ellos los que promueven el terror. ¿sabe alguién la agenda del encuentro?
Cuando Lincoln suspendió el habeas corpus durante la Guerra Civil, el Tribunal Supremo le reprendió severamente: "Nunca fue inventada por el ingenio de un hombre una doctrina que implicara consecuencias más perniciosas que el hecho de que cualquiera de las provisiones de la Constitución pueda ser suspendida durante cualquiera de las grandes exigencias del Gobierno. Tal doctrina lleva directamente a la anarquía o al despotismo, pero la teoría de la necesidad en la que se basa es falsa; porque al Gobierno, dentro de la Constitución, se le otorgan todos los poderes necesarios para conservar su existencia" (Ex parte Milligan, 1866, citado en el excelente capítulo "La Etica de la Emergencia" del espléndido libro de Michael Ignatieff, "El Mal Menor: ética política en una era del terror", Madrid: Taurus, p. 49). El balance que hace Ignatieff de la mal llamada guerra contra el terror en Estados Unidos es el siguiente (la cita es algo larga, pero creo que merece la pena): "Hasta ahora, la información sobre el peligro ha sido manipulada para el consumo público. Los medios de comunicación, más preocupados por su cuota de pantalla que por el interés público, actúan en connivencia con el poder para desinformar al público. Los jueces han otorgado una excesiva deferencia a las acciones del Gobierno. Las asambleas legislativas han carecido del coraje necesario para someter los factores de riesgo a un análisis lúcido. Los departamentos gubernamentales han recortado las libertades de los extranjeros y de las minorías, con la seguridad que les da el conocimiento de que las víctimas carecen de voz para que se conozca la injusticia. El público ha seguido la corriente, incapaz de forzar o no dispuesto a forzar a sus dirigentes electos para que les sirvan mejor [..] Las asambleas públicas han elaborado leyes que proporcionan a la policía poderes que no necesitan, el público presta su apoyo a medidas que no aumentan su seguridad, los servicios secretos, observando a un público defraudado y a unos líderes falsos, se toman la justicia por su mano [..] (del Capítulo "Libertad y Apocalipsis" del mismo libro, p.203). Como señalas en tu comentario, el problema no es la justificación de una actuación concreta bajo un Estado de necesidad en un momento concreto, sino la normalización de la excepcionalidad, que permite su conversión en norma general, lo que supone el fin de la "Constitución" (entendida a la americana, es decir, como limitación del poder para evitar la tiranía). La doctrina de "executive powers", tal y como la han entendido Bush y su fiscal general han llevado a EEUU a la antesala de la dictadura (entendida como ausencia de límites y control sobre el ejecutivo).
El tema que usted saca para nuestro comentario es universal y no tiene caducidad. La tortura es un habito en todos los estados democraticos, unos lo hace por averigual alguna pista para detener a un criminal, otros lo hacen para conseguir conocer si hay otros criminales no controlados y otros lo hace por profesionalidad de un buen interrogador. Bush utilizo la tortura para conocer donde esta Al Qaeda, se enmero en torturar a l maximo de detenidos en Guantanamo, Arrasó un Pais, Irak, en donde a matado lisamente a destajo todo lo que se movia, a lanzado millones de toneladas de bombas matando, NO TORTURANDO,A PERSONAS QUE SOLO HABIAN COMETIDO EL CRIMEN DE HABER NACIDO EN ESE PAÍS. Yo presiento que el proximo criminal de guerra declarado por el Alto Tribunal de los Cimenes de Guerra, será George Bush. Tiene todas las papeletas como la tenia Pinochet.
Encuentro su articulo realmente muy bueno y aunque,puede aparecer alejado de nuestra realidad,no lo es tanto. Digo que no lo es tanto,pues los lectores de la prensa en Madrid,llevamos inmersos tres largos años en la discusion de los explosivos utilizados en el 11M.De hecho ayer y hoy estan diez expertos relatando sus discrepancias en el informe ante el propio juez Gomez Bermudez. A mi personalmente me parece un abuso hacia las familias de los muertos y heridos en este atentando.Pero tambien tengo que reconocer que hay personas que disfrutan mucho con la lectura diaria de la prensa que analizo al detalle cada particula del explosivo.Cree Vd Sr. Basset que esto seria posible en los Estados Unidos? y en nuestro caso de Madrid,estamos hablando de casi 200 muertos y varios cientos de heridos y con secuelas para siempre.
Todo lo que concierne a la tortura y al maltrato me parece indigno de los humanos. Sólo puedo explicármelo como una aberración más de las que produce el poder. Un poder convencido de que esta es una forma de relación legítima entre humanos: lamentablemente una tradición histórica. No trato pues de negar la realidad atroz de la tortura sino que desde hace mucho intento explicármela. He observado de que es un tema que expresa la perversión máxima del poder masculino más radical, ese que cree que hay que dominar al otro porque el otro es intrínsecamente malo y lo merece. Así cree justificar el ejercicio del mal. La tortura física no es más que la expresión de otro tipo de torturas menos manifiestas, pero presentes en la vida cotidiana y que, básicamente, ignoran el respeto al otro. La ignorancia supina que plantea esta concepción de las relaciones enstre humanos es tan abominable como insistente y real. Sólo planteando debates como este puede hacerse entre nosotros algo de lucidez.
Un juez ha sentenciado hoy a muerte a un ex dirigente del gobierno chino por cobrar sobornos a cambio de conceder licencias de medicamentos falsos. En menos de un mes lo han sentenciado a muerte. ¿Y el Estado de Derecho? Muchos desde Occidente criticamos y machacamos a la dictadura china. ¿Pero qué crédito moral tenemos cuando nuestros líderes defienden algo tan horrible como la tortura? ¿A dónde va Occidente? Es una advertencia muy, muy triste de cara al futuro. (Parte de las intervenciones del debate en la Fox las pueden ver en este link: http://www.crooksandliars.com/2007/05/15/gop-debate-ii-romney-double-guantanamo/
Creo que Cristian tiene razón. Pero tampoco me parece raro que justifiquen la tortura de Estado teniendo en cuenta que defienden la pena de muerte
Me interesó mucho este problema, pero no he podido atenderlo hasta hoy. La respuesta del autor del blog, me pareció muy sensata, pues el caso planteado más que de tortura parecía un problema de "legítima defensa". Se trata de mi casa y de mi familia.Efectivamente, los casos de tortura no se plantean así en la actuación policial ordinaria (el Estado). Convengo, por tanto, "en que no es la situación que enfrentan normalmente quienes piden a posteriori la justificación de sus tortura". Lo habitual es que se trate, y se trata, de la práctica de la tortura de forma sistemática, y asumida como algo "normal" en las cloacas del Estado democrático, que poco a poco la asume como un instrumento más de nuestra seguridad, y a cambio de nuestro silencio. (Los otros Estados no tienen este problema, pues viven de la tortura hecha ley). Por tanto, la tortura hemos de convenir en que es la más perversa de las actuaciones del Estado, allí donde pierde su razón moral y se convierte en mal mayor. El Estado que tortura no es más legítimo que los asesinos torturados. El argumento de que así consigue evitar males mayores, eso lo dice una de las partes, la favorecida por el propio Estado, pero la otra parte, sobre la que recaen las sospechas, nunca llegamos a saber cuántas víctimas inocentes torturadas ha habido antes de dar con el culpable. Decimos, tres mil inocentes muertos en las torres gemelas... ¡si lo hubiésemos podido evitar¡ Cierto, pero no ¡a cualquier precio!Ee precio podría ser, mediante la tortura, mayo aún.¿Qué sabemos de Irak y de quiénes o cuántos son víctimeas inocentes? La tortura de una sociedad, a través de su Estado, sobre los sospechosos de crímenes siempre será la ruina de esa sociedad. Ella misma se desacredita moralmente y ya es difícil probar que tenga más y mejor derecho que sus criminales adversarios. Otra cosa es que algunos, me refiero a los que quieren pescar a rio revuelto contra la democracia desde el terror, llamen tortura a cualquier actuación penal, penintenciaria o policial que les afecte negativamente. Esta es otra cuestión, y para eso están, deben estar, los controles legales de esas actuaciones. Pero la tortura en sí misma nunca es válida; quizá sea el principio de moral pública más claramente absoluto. ¿Alguna vez se puede dar el caso de que alguien tenga que delinquir mediante la tortura desde el Estado por el bien de muchos, por tanto, por razones de mal menor? Es un caso de conciencia personal, pero la sociedad y el Estado nunca podrán reconerlo como justo. El Estado tiene suficientes recursos legales de todo tipo para conseguir el efecto pretendido, sin provocar males mayores y más víctimas de las que evita, aunque éstas sean "menos importantes y sin los media para publicitarlo. Y si provoca con sus medios más víctimas de las que evita, sencillamente es un Estado radicalmente injusto y violento. No sólo puede ser desobedecido civilmente, sino que debería serlo. La rebelión cívica seria ya un deber.
Me interesó , mucho el artículo y los comentarios que se enviaron , que , por suerte están la línea de no aceptar la tortura por parte del estado , con la "excusa" de evitar un mal mayor. Es aberrante pensar que se esté debatiendo esto entre los candidatos de EEUU !!!!Ahora no entiendo el comentario de Marzha Navarro , que se lamenta que el socialismo esté perdiendo terreno , por si no lo sabe el socialismo real mató a millones (70 millones se estiman !!!) en el siglo xx y usó la tortura en forma sistemática ,los EEUU aún no le llegan ni a la suela de los zapatos.
No dude que si se lo hubieran preguntado a los candidatos democratas hubieran contestado lo mismo. Que hipocritas somos en la España del GAL, y de el Señor X campando a sus anchas.
Desgraciadamente, los efectos de la administrativa de Bush han sido prejudiciales para el país y ahora hay gente que desea destruirlo completamente. Los americanos, como yo, tenemos mucho miedo. No pienso que la tortura es aceptable, porque no es, pero los candidatos hablan a los americanos que quieren un presidente que puede proteger el país, especialmente después de Bush. Entonces, entiendo que tienen posturas duras sobre el tema. Como Brigante dice arriba, la mayoría de las candidatos democráticos dicen el mismo que los republicanos. Hilary Clinton, por ejemplo, apoya a la tortura en el caso de un sospechoso de terrorismo que “sabe una amenaza inminente que puede afectar millones de americanos.” Es una decisión difícil y complicada pero puedo decir que la mayoría de los americanos esperan que el presidente siguiente pueda salvar la reputación y nuestra visión del mundo… ojalá que no sea demasiado tarde.
Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
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