EE UU diseña un nuevo plan para Irak que contempla la negociación con sectores insurgentes
El plan, que deberá estar listo a finales de mes, incluye una distribución del poder y ayudas económicas a cambio del cese de los ataques
Oficiales del Ejército estadounidense y diplomáticos han diseñado una nueva estrategia para Irak que contempla la negociación con los insurgentes, según informa hoy The Washington Post en su edición digital. Por el momento, se conocen pocos detalles del plan y quizás por eso las reacciones hasta ahora han sido escasas.
La nueva estrategia -según el periódico, que cita a numerosas fuentes conocedoras de este plan- es más política que militar y apoya la salida de los más radicales del Gobierno y las fuerzas de seguridad iraquíes. Deberá estar lista el 31 de mayo y ha sido diseñada de manera conjunta entre el general David Petraeus, máximo responsable de las tropas estadounidenses en Irak, y el embajador de Estados Unidos en ese país Ryan Crocker.
Uno de los elementos del nuevo plan, señala la CNN en su web, es tratar de identificar a aquellos grupos de insurgentes (extremistas suníes y milicias) con los que poder negociar una distribución del poder, alcanzar un alto el fuego y acordar la concesión de ayudas económicas. Aquellos insurgentes con los que el Ejército piensa que no se puede dialogar, como los terroristas suicidas, seguirán siendo objetivo de las tropas.
Otra de las fuentes señala, sin embargo, que "seguirán siendo objetivo de las tropas los insurgentes más radicales, aquellos que están implicados en los asesinatos sectarios, que obstruyen las leyes y las reformas económicas". Más de media docena de personas están discutiendo los contenidos del plan aunque la mayoría han preferido mantenerse en el anonimato al no estar autorizadas para hablar sobre él a los medios de comunicación. "Nos hemos centrado demasiado tiempo en derrotar al enemigo y lo que necesitamos es traerlo a la mesa de negociación" cita un oficial.
La CNN señala que este cambio de rumbo obedece a que la estrategia de capturar y matar a los insurgentes está fallando, a que el país se encuentra inmerso en una guerra civil y que el único modo de proceder es moderar el uso de la fuerza militar e intentar devolver a muchos insurgentes al redil.
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