Los socialistas franceses apuestan por una imagen de unidad tras el resultado de Royal
El partido sitúa como máximo objetivo acudir sin división a los comicios de junio y evita las críticas.-Sarkozy estudia la composición de su Gobierno mientras la izquierda debate su futuro
La derrotada candidata socialista al Elíseo Ségolène Royal ha afirmado que los miembros de su partido se implicarán "de forma homogénea y muy unida" en la batalla por las elecciones legislativas de junio. Royal ha hecho esas declaraciones a la salida de una reunión de la Ejecutiva del Partido Socialista (PS) para analizar su derrota ante el conservador Nicolas Sarkozy en las elecciones presidenciales y sentar las bases de los comicios de junio.
Este primer análisis ha sido "muy sereno y muy calmado", según ha dicho a la prensa Royal, quien ha añadido que había recibido "aplausos y agradecimientos" de sus colegas por la campaña electoral que había conducido. El padre de sus cuatro hijos y líder del PS, François Hollande, ha anunciado que el próximo sábado propondrá ante el Consejo Nacional, máximo órgano directivo entre Congresos, la puesta en marcha de un dispositivo de funcionamiento "colectivo" para las Legislativas del 10 y 17 de junio.
La renovación del partido
En ese nuevo dispositivo, que dirigirá él en tanto que primer secretario del PS, tendrán una plaza el ex primer ministro Laurent Fabius y el ex ministro de Economía Dominique Strauss-Kahn. Fabius y Strauss-Kahn fueron rivales de Royal en las primarias del PS para designar al candidato socialista al Elíseo y han sido los más críticos con la derrota de su colega frente a Sarkozy. El fin ahora es que el PS enarbole unido un "nuevo proyecto legislativo" para ejercer una contrarrestar el poder de Sarkozy, según Hollande, quien ha considerado necesario iniciar una "refundación o reconstrucción" del partido pero tras las legislativas.
Al término de la cita de este lunes en la sede del partido, Strauss-Kahn se ha mostrado satisfecho de que "todo el mundo piense que hay que renovar el PS", algo que él había reclamado la víspera. La prioridad ahora son "las legislativas" y el "colectivo", ha subrayado, por su parte, Fabius, quien ha recordado que la tradición de la izquierda es "el 'nosotros', el trabajar juntos", en una clara crítica a la independencia con la que Royal dirigió su campaña. "Habría sido absolutamente desastroso que al día siguiente de una derrota hubiésemos dado además el espectáculo de un Partido Socialista que se pelea", añadió Fabius, quien estima que todos los miembros del PS tienen "su plaza".
"Estará François Hollande, Ségolène Royal, Dominique Strauss-Kahn, yo y otros responsables" al frente del equipo de campaña para las Legislativas, precisó el ex primer ministro, contrario a la idea de reclamar "la cabeza de nadie".
El objetivo, en junio
Una vez convertido en presidente electo de Francia, y en espera de tomar posesión del cargo el próximo día 16, Nicolas Sarkozy se retira a reflexionar sobre su nuevo puesto sin desvelar sus planes más que en grandes pinceladas. Más allá de prometer "rehabilitar el trabajo, la autoridad, la moralidad y el mérito", se esperan sus primeras medidas y, sobre todo, la composición de su Gobierno, que estará encabezado por François Fillon, su asesor político durante la campaña y autor de su programa. Mientras, la izquierda se reúne para afrontar su futuro.
Sarkozy logró el 53,06% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, por delante de la socialista Ségolène Royal, con un 46,94%. Durante su discurso de celebración ante 30.000 seguidores en la plaza de la Concordia de París, Sarkozy prometió "trabajar con todo empeño y con la única ambición de servir al interés de Francia y ponerme al servicio de todos los franceses" para poner en marcha inmediatamente su programa de "ruptura con el pasado". Para ello, debe obtener también buenos resultados en las legislativas del mes que viene, para disponer de los medios necesarios para su programa de reformas.
El nuevo presidente, que tomará posesión del cargo el próximo día 16 tras unos días de reclusión en un "monasterio", según la prensa, para reflexionar sobre su nuevo papel, llamó a "rehabilitar el trabajo, la autoridad, la moralidad y el mérito" con su programa de reformas liberales, que incluye rebajas de impuestos o la eliminación de la jornada de 35 horas mediante la eliminación de cargas para las horas extraordinarias. También ha lanzado un mensaje europeísta diciendo que "Francia está de vuelta en Europa".
Otra de las cuestiones que deberá discurrir en su retiro será la de la composición de su Gobierno. Para la prensa francesa, el puesto clave, el del primer ministro, está claro. Será François Fillon, de 53 años, asesor político de Sarkozy, la cabeza pensante detrás de su programa liberal. Destaca Le Figaro su buena colaboración con el futuro presidente, con el que preparó la campaña que ha llevado al Elíseo a Sarkozy y el programa legislativo. Al igual que su jefe, se enfrentó con Chirac por la crisis de Gobierno de 2005.
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