EE UU presenta un plan a palestinos e israelíes para mejorar la movilidad y la seguridad
La ANP acepta las medidas mientras Israel teme una confrontación con Washington
Estados Unidos ha presentado hoy a israelíes y palestinos una propuesta que exige el cese del lanzamiento de cohetes Al Kasam contra el territorio israelí y un alivio las restricciones impuestas por Israel a los palestinos en Gaza y Cisjordania. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) ya ha anunciado que la acepta. Israel, que aún no se ha pronunciado al respecto, teme una confrontación con EE UU.
El plan, documento-agenda que incluye obligaciones y plazos para cumplirlas, aporta un calendario detallado para que ambas partes den los pasos necesarios para facilitar los movimientos de personas y mercancías y mejorar la seguridad en la Franja de Gaza mediante la retirada de los puestos de control, así como el fin de los lanzamientos de cohetes sobre territorio israelí, según ha informado hoy en Jericó el principal negociador palestino, Saeb Erekat. Se prevé que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, regrese a la región para discutir con las dos partes sobre estas propuestas, pero Erekat ha precisado que no se ha fijado ninguna fecha.
Sin embargo, la prensa israelí si pone día al viaje de Rice: el 15 de este mes. Asimismo, Erekat ha asegurado que los palestinos aplauden el documento y lo estudiarán detenidamente. Israel aún no se ha pronunciado al respecto. Según informa el diario israelí Haaretz, las autoridades israelíes temen una confrontación con el Gobierno de EE UU a raíz de la propuesta de Washington para que Israel alivie las restricciones impuestas a los palestinos en Cisjordania y Gaza. El Gobierno israelí, según la jefa de la diplomacia estadounidense, tendrá que eliminar las barreras de control militar en las carreteras de Cisjordania ocupada, y abrir los pasos fronterizos, y el presidente de la ANP deberá aumentar las fuerzas palestinas que le son leales, indica el rotativo.
Olmert, dispuesto a vetar el plan
Representantes de los organismos de seguridad, señala el diario, objetan varios de esos puntos, en particular la exigencia de expandir las operaciones en los pasos fronterizos, y la eliminación de los controles militares que causan serios transtornos a la población palestina en sus movimientos por Cisjordania. Israel no ha respondido oficialmente al documento de Rice, y ayer jueves se pospuso sin fecha una reunión interministerial para debatir su contenido. Las exigencias estadounidenses, que están en la línea de otras propuestas entregadas a los negociadores en las últimas semanas, reflejan algunas de las decisiones de un protocolo difundido en noviembre del año pasado después de negociaciones de la secretaria de Estado con representantes de Israel y la ANP, y que, entre otros, preveía la apertura de un corredor por territorio israelí para el transito de palestinos.
Según el nuevo documento, Israel y la ANP tendrían que establecer ese corredor no más tarde que el 1 de julio próximo entre el paso de Erez, al norte de Gaza, y el pueblo de Tarqumíe, en Cisjordania. Asimismo, el Ejército de ocupación tendrá que levantar antes de esa fecha las restricciones impuestas en dos accesos en Belén, en ocho en Hebrón, cuatro en Nablús y uno en el pueblo cisjordano de Tubas, y antes del 15 de junio en cinco barreras en el área de Nablús. También el protocolo se refería a la apertura del paso de Rafah en la frontera con Egipto, al sur de la franja de Gaza -de la que el Ejército israelí se retiró en setiembre de 2005-, y otros, como el de Karni, que sirven al paso de mercancías entre ese territorio ahora controlado por la ANP e Israel, cuyo Ejército, de hecho, puede habilitarlos o cerrarlos alegando razones de seguridad.
Ese acuerdo de noviembre del 2006 posibilitó la intervención de funcionarios de la Unión Europea (UE) en el paso internacional de Rafah, donde supervisan el tránsito de personas y mercancías. El documento fue redactado por el coordinador de EE UU con Israel y la ANP en asuntos de seguridad, el general Keith Dayton; por el embajador de Washington en Israel, Dick Jones, y por el cónsul general de EE UU en Jerusalén, Jacob Walles. Fuentes palestinas consultadas por Haaretz temen que Olmert "sabotee" el documento de Rice, sobre el que, según informaron fue aceptado por el presidente palestino, Mahmud Abbas.
Durante una visita en febrero, Rice anunció su decisión de implicarse personalmente en la busca de una solución al conflicto palestino-israelí. Si Israel y la ANP aceptasen el documento en las reuniones que celebrarán con Rice dentro de menos de dos semanas, esas exigencias se convertirán en un acuerdo oficial obligatorio. Las autoridades militares israelíes, indica Haaretz, tendrán que autorizar y apoyar también la provisión de armas, munición y equipos de EE UU para los organismos de seguridad palestinos leales a Abbas, lo que puede ser interpretado como una amenaza por el Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas) y su milicia. Hamas y el movimiento nacionalista Al Fatah, del que Abbas es el líder, protagonizaron sangrientos choques antes del acuerdo de La Meca, firmado el 8 de febrero en Arabia Saudí, lo que allanó la formación del actual Gobierno de unidad.
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