Más de 100 peregrinos chiíes mueren en una cadena de atentados en Irak

Un nuevo episodio de violencia sectaria en Irak ha acabado con la vida de más de un centenar de peregrinos chiíes en varios ataques suicidas que han tenido lugar en diversos puntos del país, y que pone en evidencia que el nuevo plan iraquí de seguridad esté dando algún tipo de resultado. Los peregrinos se dirigían a Kerbala para participar en uno de los más importantes festivales del chiísmo en el que se conmemora la muerte del Imán Husein, uno de los principales patriarcas.

El peor de los ataques ha sido el causado por dos suicidas que se han inmolado ante una multitud de peregrinos en Hilla, causando al menos 93 muertos y 164 heridos, según ha informado la Policía iraquí. Otro de los atentados se ha registrado en el barrio de Dora de Bagdad, donde varios hombres armados han acribillado a balazos un minibús, asesinando a sus ocho pasajeros. Horas más tarde un automóvil cargado de explosivos estalló en este mismo barrio, matando a otras dos personas, según han informado las autoridades iraquíes.

Varios peregrinos más han muerto en diferentes barrios de la capital iraquí tras la explosión de dos coches bomba. Sin embargo, la violencia no sólo se ha centrado en los peregrinos. Al menos cinco policías han muerto por la explosión de una bomba al paso de su convoy en Maamil, un suburbio bagdadí del sureste de la capital. También en el sur de Bagdad, un comandante de la Policía ha muerto y cuatro agentes han resultado heridos después de que los insurgentes atacaran su convoy, según han señalado los cuerpos de seguridad iraquíes.

Bush ve "signos esperanzadores"

Pese a las cifras de hoy y un día después de que las fuerzas estadounidenses en Irak sufrieran su jornada más mortal en el último mes, con el fallecimiento de nueve militares en explosiones en el norte de Bagdad, el presidente estadounidenses, George W. Bush, ha declarado que ve "signos esperanzadores" de que el nuevo plan de seguridad triunfe.

Bush, que ha hablado durante una sesión de evaluación de los progresos en Irak, ha advertido de que "todavía es demasiado pronto para juzgar el éxito de esta operación" para contener la imperante violencia en Bagdad, aunque ha matizado que incluso ahora "hay ciertos signos esperanzadores" en Irak. "Podemos esperar que Al Qaeda y otros extremistas intenten descarrilar esta estrategia impulsando espectaculares ataques", ha apuntado el presidente estadounidense.