"El pánico se desató cuando el agua llegó a la cubierta"

Más de 200 personas han sido rescatas vivas tras el hundimiento el pasado viernes del ferry 'Senopati Nusantara', cuando se dirigía al puerto de Kumai en la provincia central de Kalimantan, procedente de Sumarang, en la isla de Java. Las autoridades no descartan encontrar aún con vida a alguno de los 400 pasajeros que están desaparecidos. Los supervivientes, que se recuperan en los hospitales, cuentan cómo han pasado estos últimos días a la deriva.

El capitán del ferry hundido el pasado 30 de diciembre en aguas indonesias está siendo interrogado por oficiales de la Marina, según ha informado el teniente coronel Tony Syaiful. El supuesto capitán de la embarcación fue rescatado ayer junto a otros once náufragos en una plataforma petrolífera no tripulada a la que consiguieron llegar.

"Aún estamos investigándole porque es un testigo clave", ha afirmado Syaiful, quien ha rechazado informar de la localización del hombre, identificado como Wiranto. En el 'Senopati Nusantara' viajaban más de 600 personas, más de las recogidas en la lista de pasajeros oficial, por lo que el testimonio del capitán podría ser revelador.

El número de supervivientes aumenta conforme pasan los días, hoy mismo un pesquero ha recogido a 15 personas con lo que la cifra total de rescatados asciende a casi 220, según el recuento oficial. Los supervivientes, que se recuperan en diferentes hospitales indonesios, han empezado a narrar las dramáticas historias que han vivido estos días.

"¿Dónde está mi mamá?"

Un niño de seis año Anggi llamaba a gritos a su madre después de ser rescatado, junto a su padre, pero no ha conseguido respuesta por el momento. Es una de las más de 400 personas que aún continúan desaparecidas en las aguas indonesias. Anggi y su padre Suyatno, estaban entre las 12 personas que fueron encontradas por la Marina en una plataforma petrolífera, situada a más de 200 kilómetros del lugar donde el ferry se hundió tras verse afectado por grandes olas en medio de una tormenta.

"Aunque estoy muy débil, estoy muy feliz de haber podido salvar la vida de mi hijo", ha dicho Suyatno. Padre e hijo han sobrevivido, junto a diez personas más, durante días sólo con pan seco y las raciones de los servicios de emergencias encontradas a la deriva en el mar. Sentado en las rodillas de su padre, Anggi pregunta: "¿Dónde está mi mamá, dónde esta mi mamá?" Suyatno no puede responderle, no ha visto a su mujer de 27 años, Jumiati, desde que desapareció cuando el buque se hundió.

No pierden la esperanza

Los miembros de los servicios de rescate no pierden la esperanza y creen que la gente que tenga algo para flotar puede sobrevivir durante días en las cálidas aguas indonesias. Simamora, el capitán de los servicios de rescate ha dicho en declaraciones a Associated Press, que recoge la página web de la CNN que "intentaremos encontrar más personas vivas". "Esperamos aún que esas que están en los botes salvavidas estén vivas".

Otro superviviente, Ribut Rahardjo, trabajador de una plantación, ha dicho que tuvo que romper la ventana de la cabina para poder escapar. Mientras se recupera en el hospital de Surabaya, capital de Java, tras pasar varios días a la deriva en el océano sin comida ni agua ha contado cómo sobrevivió: "até mi estómago muy fuerte con el cinturón para reducir el dolor por el hambre".

Refi Setiawan ha contado que los pasajeros gritaban cuando el barco empezó a hundirse. "El pánico fue máximo cuando el agua llegó a la cubierta. El ferry se inclinó hacia la izquierda pero en unos segundos se inclinó hacia la derecha e inmediatamente después se volcó" ha dicho. "Agradezco a Dios el que pudiera agarrarme a un panel de madera y que luego un pescador me ayudara. Pensé que iba a morir".

Indonesia ha sido sacudida por diferentes tormentas estacionales en las últimas semanas que han causado inundaciones y al menos seis accidentes marítimos en diferentes partes del archipiélago.