Ban Ki-moon viaja a China con un ojo puesto en las sanciones norcoreanas
El secretario general electo de la ONU buscará, en su primer viaje oficial, que las sanciones a Corea del Norte se apliquen a raja tabla
El futuro secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ya se encuentra en China junto con el canciller surcoreano para buscar que las sanciones internacionales contra Corea del Norte sean aplicadas.
La visita forma parte de la gira "de reconocimiento" que Ban Ki-moon realiza por los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. A este viaje le seguirán, la próxima semana, Francia y Reino Unido, aunque será en China donde primen las cuestiones en torno al ensayo nuclear de Corea del Norte.
Pendiente de las sanciones norcoreanas
El embajador de China en Naciones Unidas, Wang Guanya, quien ha recibido a Ban Ki-moon en el aeropuerto, ha destacado que uno de los temas en la agenda del secretario general con los líderes chinos será analizar la forma en que el país pueda ayudar a aplicar la Resolución 1718 de la ONU, adoptada este mes contra Corea del Norte.
Wang también ha dejado claro que "China aplica estrictamente la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad", en el que Pekín es miembro permanente con derecho a veto.
Ban Ki-moon, que asumirá la secretaria general el 1 de enero, llega a Pekín en un día que puede ser extremadamente delicado en el conflicto, ya que es hoy cuando el ejército surcoreano tiene previsto iniciar unas maniobras de desembarco de marines, que Pyongyang consideraría un "acto de provocación".
El secretario general de la ONU se reunirá hoy con el Presidente chino, Hu Jintao, el canciller Li Zhaoxing, y el consejero de estado Tang Jiaxuan,encuentro este decisivo porque Tang conversó la pasada semana en Pyongyang con el máximo líder norcoreano, Kim Jong-Il.
Kim expresó a Tang en esa reunión que por el momento Corea del Norte no tiene intenciones de realizar, si no existen "razones externas", un segundo ensayo nuclear, algo que según han advertido países como Japón o EEUU sería considerado una grave provocación.
La resolución de la ONU, aprobada por unanimidad el pasado día 14, implica sanciones al intercambio comercial norcoreano con otros países de productos de lujo y material tecnológico y militar que el régimen podría utilizar para sus programas de misiles y armamento.
Por este motivo, es clave la actitud de China, país que tiene frontera terrestre con Corea del Norte y es su principal suministrador de ayuda energética y humanitaria.
Las dudas continúan
Persisten las dudas en la comunidad internacional, principalmente por parte de Washington, sobre si Pekín aplicará con rigurosidad estas sanciones, y esta semana las dudas se extendieron a Seúl,amenazado por Pyongyang sobre el "riesgo de guerra" si cumple la resolución.
El portavoz chino de Asuntos Exteriores, Liu Jianchao, defendió ayer, viernes, las reticencias de Corea del Sur a aplicar contra su vecino las sanciones impuestas por la ONU contra Pyongyang, y señaló que Seúl "ha desempeñado un papel constructivo en la crisis".
Las noticias en torno a la crisis nuclear procedentes de China están teniendo un tono mucho más moderado que en países como Corea del Sur o Japón, ya que Pekín, según los analistas, teme que excesivas presiones internacionales contra Pyongyang afecten negativamente al propio estado chino.
Aparte de las viejas teorías que consideran que China prefiere que exista una Corea del Norte que haga de "estado tapón" entre ella y Corea del Sur -aliada de EEUU en la región-, están los temores de Pekín a que la crisis y futuras sanciones conlleven el desembarco de miles de refugiados norcoreanos en su territorio.
Se calcula que ya hay entre 150.000 y 300.000 de estos refugiados viviendo en China, y algunos de ellos intentan de vez en cuando entrar por la fuerza en embajadas y consulados de otros países en territorio chino, pidiendo asilo político y ocasionando a Pekín graves quebraderos de cabeza diplomáticos.
Coincidiendo con el recrudecimiento de esta crisis, este mes, China inició obras de reforzamiento de la frontera chino-norcoreana con alambradas.
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