Politkóvskaya trabajaba en un reportaje sobre las torturas en Chechenia cuando fue asesinada
La UE y otras instituciones condenan el asesinato de la periodista rusa y piden una investigación
La presidencia de turno de la Unión Europea, que ejerce Finlandia, ha emitido hoy un comunicado en el que condena el asesinato de la periodista rusa Anna Politkóvskaya y reclama una "investigación concienzuda" del crimen. Otras organizaciones como Amnistía Internacional o la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos han hecho peticiones similares. Plotkóvskaya, una de las pocas periodista críticas con el régimen de Putin, trabajaba en un reportaje sobre las torturas en Chechenia cuando fue asesinada.
Politkóvskaya, que nació en Nueva York en 1958, había confesado en varias ocasiones haber recibido amenazas de muerte de los servicios secretos rusos, el Ejército y otras agencias de seguridad del estado. El asesinato ha sido condenado por todas las fuerzas políticas rusas y organizaciones internacionales como Reporteros sin Fronteras o la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH).
El Kremlin, consciente de la contundente reacción internacional al asesinato, ha encargado al Fiscal General, Yuri Chaika, que se haga cargo personalmente de la investigación. La Fiscalía baraja por el momento varias versiones, todas vinculadas con el desempeño de su trabajo, una que conduce a la "pista chechena" y otra relacionada con el hecho de que los artículos de Politkóvskaya condujeron a investigaciones judiciales contra militares rusos por abusos cometidos en Chechenia.
El secretario general del Consejo de Europa, Terry Davis, demandó hoy una urgente investigación de la muerte de la periodista; llamamiento secundado por el Departamento de Estado norteamericano. Su portavoz h aexpresado su deseo de que este caso no quede sin resolver como el del periodista estadounidense Paul Klebnikov, director de la edición rusa de la revista Forbes, asesinado en junio de 2004.
El presidente de Chechenia, Alú Aljánov, se ha mostrado "conmovido" por la muerte de Politkóvskaya, que pasaba varios meses al año en Chechenia y otras repúblicas como Daguestán e Ingushetia. Aljánov, en el poder desde mediados de 2004, ha recordado que la periodista "tenía su propia visión sobre cómo debería conducirse la operación antiterrorista en Chechenia, pero esa era su opinión personal, a la que tiene derecho cada persona en una sociedad libre".
"Por ahora aún no tenemos las notas en nuestras manos, pero sabemos que hay testimonios y fotografías", ha explicado Vitali Yaroshevski, redactor jefe adjunto de Nóvaya Gazeta, bisemanario que ha desvelado la investigación en la que trabajaba la periodista. El colectivo de periodistas de la publicación adelantó que conducirá una investigación independiente sobre el asesinato de Politkóvskaya, considerada una de las voces más críticas con la política del Kremlin en Chechenia.
Desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, llegó al poder a principios del año 2000, 12 casos de asesinato de periodistas han quedado sin resolver, según la Unión de Periodistas de Rusia (UPR). Nóvaya Gazeta prepara para mañana un número especial con seis páginas dedicadas exclusivamente a Politkóvskaya, autora de desgarradores artículos sobre los horrores de la vida en Chechenia y el Cáucaso.
El asesinato de la periodista coincidió con el 54 cumpleaños del presidente ruso y tuvo lugar el día después de la onomástica de Kadírov, hombre fuerte de Chechenia y objeto de muchas de sus más aceradas críticas. Politkóvskaya cargó a menudo las tintas contra Kadírov y su guardia personal, integrada por muchos ex guerrilleros, por actuar con total impunidad contra la indefensa población civil.
"Chechenia es el reino de la barbarie. Uno de cada dos muertos es un civil abatido de manera sumaria", decía en uno de sus libros. Además, Politkóvskaya criticaba la política de mano dura de Putin en Chechenia y la participación diaria de los soldados rusos en el secuestro y violación de chechenes con el beneplácito de sus superiores.
"Anna nunca tuvo nada que ver ni con las intrigas políticas ni con intereses financieros. Era imposible acallar su voz o sobornarla. Consideraba su deber buscar la justicia y en eso fue inquebrantable", añade la web de Nóvaya Gazeta.
Politkóvskaya, que recibió un disparo en el pecho y otro en la cabeza, se suma a la lista de más de 300 periodistas muertos o desaparecidos en Rusia desde 1991.
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