Supuestas amenazas causan problemas y desvío de aviones en EE UU
Las autoridades federales de EE UU desviaron hoy vuelos y aumentaron las medidas de seguridad en varios aeropuertos debido a cuatro incidentes separados que, pese a las supuestas amenazas, no pusieron en peligro a los pasajeros. En uno de los incidentes, las autoridades de inmigración y de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) investigan a un estudiante universitario que viajaba en el vuelo 52 de la aerolínea Continental desde Buenos Aires, y en cuyo equipaje se encontraron residuos de dinamita.
El incidente, que se produjo alrededor de las seis de la mañana hora local (11.00 GMT), causó el cierre del área de aduanas del aeropuerto internacional de Houston (Texas), después de que un perro detectase residuos de material explosivo en la maleta del pasajero.
El vuelo 52 partió de Buenos Aires con 173 pasajeros a bordo, y el incidente no provocó interrupciones en el aeropuerto, según las autoridades. Posteriormente, el mismo avión prosiguió su viaje con destino al aeropuerto internacional de Nueva Jersey, donde fue sometido a una revisión adicional. El hombre, cuyo nombre y edad no fueron desvelados, es originario del estado de Connecticut y estudia en el colegio universitario de Lafayette, en Easton Pensilvania), indicó hoy el diario The Houston Chronicle. El FBI ha comenzado una investigación "exhaustiva" para determinar las intenciones del individuo y cómo logró tener acceso a la dinamita.
En otro incidente, las autoridades desviaron el vuelo 55 de American Airlines, que cubría la ruta entre Manchester (Reino Unido) y Chicago, a la ciudad de Bangor (Maine), debido a una supuesta "amenaza" que no fue desvelada. El vuelo, con 167 pasajeros y 12 miembros de la tripulación a bordo, aterrizó sin problemas a primera hora de la tarde en el aeropuerto de Bangor. Nada más aterrizar, los agentes federales interrogaron a los pasajeros y a la tripulación, además de registrar el avión con perros adiestrados para detectar explosivos, confirmó Richard Kolko, portavoz del FBI en Washington.
La Administración para la Seguridad en el Transporte (TSA) ha asegurado que todo está bajo control y que, por cuestiones de horarios, se designó una nueva tripulación para que el vuelo prosiguiese a su destino final en Chicago. Mientras tanto, un vuelo de US Airways, con destino a Charlotte (Carolina del Norte), fue desviado a la Ciudad de Oklahoma después de que un agente policial encubierto que iba a bordo tuviera que intervenir en un incidente aún no esclarecido entre un pasajero y una azafata.
Por otra parte, las autoridades evacuaron un avión de la compañía irlandesa Aer Lingus, que debía recorrer la ruta entre Nueva York y Dublín, al recibir una amenaza de bomba que resultó ser falsa. En ninguno de los incidentes mencionados se registraron interrupciones en los itinerarios, y las autoridades no han precisado si presentarán cargos contra las personas involucradas. Las autoridades encargadas de la seguridad aeroportuaria han redoblado las medidas de vigilancia e inspección de pasajeros en todo Estados Unidos a raíz del complot terrorista desarticulado en Londres el pasado 10 de agosto.
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