Llega a Barcelona la primera familia con un niño adoptado en Congo

La primera de las siete familias españolas que llevan un mes en Congo esperando a que la Embajada valide sus adopciones ha llegado hoy a Barcelona. Según Exteriores, su vuelta ha sido posible gracias a la intervención de un diplomático enviado ad hoc a Kinshasa. Sin embargo, las familias se quejan de que ha sido precisamente la Embajada española la que ha obstaculizado su vuelta con los niños adoptivos. En la Embajada no veían claros los expedientes de adopción, "pero nadie nos decía qué estaba mal", se que ha quejado Ferran Barba, uno de los padres.

Javier Torrens y Natalia Castellanos, la única pareja que ha regresado ya de la República Democrática de Congo, han tomado tierra hacia las 09.15 horas, en Barcelona. Allí les esperaban, emocionados, sus familiares y amigos, entre ellos sus otros dos hijos.

Fuentes del Departamento de Exteriores han indicado que las otras seis familias (que se encuentran en Brazzaville, la capital de la vecina República de Congo) llegarán probablemente el domingo a Barcelona. Según fuentes diplomáticas, está previsto que esas seis familias y sus hijos adoptivos se trasladen el sábado a Kinshasa, para coger allí un vuelo con destino París; el domingo por la mañana partirán de la capital francesa en tres vuelos diferentes, que saldrán entre las ocho y las diez de la mañana, rumbo al aeropuerto de El Prat.

Problemas con el expediente

Un portavoz del Ministerio de Exteriores explicó ayer que el viaje de las familias con sus hijos se retrasó porque los expedientes de adopción "adolecían de vicios severos que hubieran comprometido gravemente la validez de las propias adopciones en España".

De hecho, el regreso de las familias se va a producir por la situación de emergencia en la zona, no porque la embajada haya aceptado las adopciones. El Ministerio no ha querido pronunciarse acerca de lo que va a pasar cuando las familias intenten inscribir a los niños en el Registro Civil. Un portavoz ministerial señalaba ayer que, "los jueces dirán lo que proceda".

Exteriores defiende la actuación de la Embajada española en Kinshasa, que en su opinión ha cumplido "absolutamente con su obligación" ya que para otorgar un visado a esos niños que todavía no son españoles debe verificar la documentación.

"Al descubrirse carencias importantes, se provocó un retraso", ha explicado la misma fuente, que ha justificado el envío de un diplomático desde España por esa "situación de emergencia" en la zona.

Los padres lo han dejado claro: "Sólo queremos volver de una vez".