La oposición brasileña presenta oficialmente la candidatura de Alckmin

Los dos mayores partidos de la oposición brasileña, el Partido Socialista Democrático de Brasil (PSDB) y el Partido del Frente Liberal (PFL), que unidos ocupan el espacio de centro izquierda, lanzaron ayer oficialmente la candidatura del socialdemócrata Geraldo Alckmin, ex gobernador de São Paulo, del PSDB. Es la única formación política con fuerzas suficientes para poder disputar la presidencia de la República al actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, en caso de que decida optar a la reelección.

"Vamos a crear un movimiento en la sociedad para recuperar los principios perdidos durante este Gobierno", dijo Alckmin en la ceremonia oficial, refiriéndose a la deficiente gestión del poder y al despilfarro público de la gestión del Partido de los Trabajadores (PT, al que pertenece Lula), que son los principales reproches de la oposición al Gobierno. "Es preciso remover al presidente más corrupto e incapaz de nuestra historia", puntualizó con dureza el presidente del PFL, Jorge Bornhausen, refiriéndose a Lula. El candidato a la vicepresidencia será José Jorge, del PFL, un político del empobrecido noroeste, donde Lula puede recoger el 60% de los votos.

En un clima de fiesta y optimismo —a pesar de que las encuestas dan como ganador a Lula—, el PSDB y el PFL afirmaron que no es imposible derrotar a un Ejecutivo al que incluso uno de sus ministros más importantes, el de Integración Nacional, Ciro Gomes, califica de Gobierno "sin proyectos".

El grupo de oposición presentó también las líneas maestras de su programa, que intenta recuperar terreno en aquellos campos en los que consideran que este Gobierno ha fracasado. Entre los puntos principales figuran los siguientes: un programa de renta mínima para los ancianos aunque no hayan trabajado; la creación de un Ministerio de la Seguridad Pública, el gran talón de Aquiles del Gobierno de Lula, durante el que ha crecido enormemente la violencia; en la enseñanza, una atención primordial a la primaria, ya que todas las encuestas denuncian que, a pesar de que casi todos los niños van a la escuela, la enorme mayoría sale de ella sin entender lo que lee y sin preparación para continuar los estudios; reurbanización de las favelas para convertirlas en barrios populares, mermando así el poder del narcotrafico que hoy domina en todas las favelas del país; reducción del número de ministerios y desaparición del 50% de los cargos del funcionariado, y, por último, una gran reforma fiscal que incluye la reducción y la racionalización de los impuestos, ya que Brasil es el país del mundo con la mayor tasa impositiva.

El candidato Alckmin ha anunciado que está en conversaciones con otros partidos menores y con la parte del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) que no apoya a Lula, para presentarse unidos a las elecciones del próximo 2 de octubre, que se presentan como las más duras y polémicas de los últimos años.