El Papa anima a impulsar con "justicia y sabiduría" los "signos de esperanza" en Oriente Próximo

Al igual que su antecesor en el cargo, Benedicto XVI ha dedicado su primer mensaje navideño como jefe de la Iglesia Católica a hacer un llamamiento a la paz y el entendimiento en las zonas del planeta azotadas por conflictos. Refiriéndose a la situación en Oriente Próximo, el Papa ha pedido a Dios que "dé valentía a la gente de bien en Tierra Santa, en Irak, en Líbano, donde los signos de esperanza, que no faltan, tienen que ser confirmados por acciones inspiradas en la justicia y la sabiduría".

Además, ha reclamado que se protejan "los más elementales derechos de aquellos que viven trágicas crisis humanitarias, como en Darfur y en otras regiones de África central", y ha pedido a los pueblos de Latinoamérica que vivan en paz y armonía. Asimismo, ha pedido a Dios por el diálogo en la península de Corea, en referencia al programa nuclear norcoreano y a las negociaciones entre Seúl y Pyongyang, y en otros lugares de Asia, "para que mediante la solución de peligrosas dispuestas puedan alcanzarse conclusiones pacíficas y sólidas en un espíritu de amistad, conclusiones que los pueblos aguardan de manera expectante".

En el inicio de su mensaje, Ratzinger ha recordado el "inmenso" progreso científico y tecnológico logrado en los últimos siglos, pero ha lanzado una advertencia para reclamar a los hombres que abran sus espíritus a la fe. "Los hombres y mujeres de nuestra era tecnológica corren el riesgo de ser víctimas de sus propios logros intelectuales y técnicos y terminar en un baldío espiritual y un vacío de corazón", ha dicho el Pontífice.

Por ello, ha reclamado al "hombre del tercer milenio" que lidere un resurgir espiritual y que trabaje para la creación de un "nuevo orden mundial" que corrija los desequilibrios económicos. "Una humanidad unida será capaz de confrontar los preocupantes problemas del tiempo presente: desde la amenaza del terrorismo hasta la pobreza humillante en la que viven millones de personas, desde la proliferación de armas hasta las pandemias y la destrucción medioambiental que amenazan el futuro de nuestro planeta", ha proclamado el Papa desde la logia de San Pedro el día de Navidad, ante miles de personas que le esperaban bajo la lluvia.

Saludo en 33 idiomas

Tras el mensaje navideño, el Papa ha dirigido su bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) y ha saludado a los miles de congregados en la plaza de San Pedro en 33 idiomas -incluido el árabe, el chino, el hebreo y el español-. "Feliz Navidad, y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, en las familias y en todos los pueblos", han sido sus palabras, recibidas con entusiasmo por los peregrinos.