Un grupo radical de Cachemira reivindica los atentados de Nueva Delhi
La policía detiene a 22 personas en redadas por las inmediaciones de los mercados atacados
Un grupo islamista de Cachemira, desconocido hasta ahora y autodenominado Inqilabi (Revolución) se ha responsabilizado del triple atentado cometido ayer en varios puntos de la ciudad india de Nueva Delhi y que causaron la muerte de 61 personas y heridas a 188. La policía ha detenido a 22 personas en distintas redadas realizadas en las inmediaciones de los lugares de las explosiones.
Según ha declarado por teléfono a varias agencias de noticias Ahmed Yar Gaznavi, supuesto portavoz de la organización Inqilabi, "los ataques continuarán hasta que la India retire sus tropas de Cachemira y cese sus actividades inhumanas". El portavoz se ha dirigido a unos periodistas de Srinagar, la capital de la Cachemira india. Según la televisión, Inqilabi es una rama del grupo separatista islamista Lashker-e-Taiba, que lucha por el fin del control indio sobre la región de Cachemira.
La Policía ha declarado el estado de emergencia y ha cerrado todos los mercados de Nueva Delhi tras las explosiones de ayer mientras el primer ministro, Manmohan Singh, se ha mostrado convencido de que los atentados fueron planeados para "crear tensión durante el período festivo", puesto que estos días se celebra la fiesta hindú de Diwali, en la que las familias intercambian regalos y que es similar a la Navidad occidental. Además, coincide con el fin del mes sagrado de los musulmanes, el Ramadán. Expertos antiterroristas del país ya señalaban ayer que los atentados probablemente son obra de radicales islámicos paquistaníes de Cachemira.
Los atentados coincidieron también con el inicio de las negociaciones entre India y Pakistán para la apertura de la frontera de Cachemira para que pueda pasar la ayuda para los afectados por el terremoto de hace dos semanas, que causó 55.000 muertos, la inmensa mayoría en Pakistán. Se trata de un paso más en las conversaciones de paz entre los dos países, entabladas a principios de 2004.
Pistas en el autobús
La policía ha asegurado que busca a un hombre de unos 20 años que, tras negarse a pagar su billete de autobús, se bajó del mismo en el vecindario de Govindpuri, dejando tras de sí una bolsa negra. Alertado por los viajeros, el conductor tiró la bolsa por la ventana, con lo que hizo explosión. Se piensa que el terrorista quería llegar a otro de los mercados, pero que no lo logró, por lo que dejó la bomba en el autobús.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, condenó las explosiones, que calificó de "atentados terroristas" contra "ciudadanos inocentes", al tiempo que subrayó que India "no claudicará ante el terror". "La violencia no va a debilitar la voluntad de este país de luchar contra el terrorismo", dijo el primer ministro. La policía ha declarado la alerta en la ciudad, donde ha desplegado fuerzas adicionales y ha pedido a la población que permanezca tranquila en sus casas. Los mercados de Nueva Delhi están cerrados por precaución.
El ministro del Interior, Shhivraj Patil, convocó de urgencia al Grupo Nacional de Gestión de Crisis para evaluar la situación, mientras autoridades regionales y locales del país han declarado el estado de emergencia. Calcuta y Bombay, las dos ciudades más importantes de India junto con Nueva Delhi, han sido las primeras en incrementar las medidas de seguridad. También la policía del Estado de Karnakata, en el sur, ha sido puesta en alerta y ha intensificado los servicios en los mercados, templos, aeropuertos y estaciones de tren y de autobús. La situación es idéntica en el Estado de Gujarat (este del país) y en Andrha Pradesh (sureste).
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