La Cumbre de Mercosur reconoce las dificultades en el avance de las relaciones comerciales

Avances en la integración política y dificultades en las relaciones comerciales. Esta es la síntesis de las conversaciones que han mantenido los jefes de Estado presentes en la XXVIII Cumbre del Mercosur, que se ha celebrado en la capital de Paraguay.

Los presidentes de los países miembros de pleno derecho y de los asociados que intervinieron en la reunión, a la que faltó el argentino Néstor Kirchner, quien regresó el domingo a su país, han dejado ver que aún existen diferencias en sus prioridades.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha destacado entre las decisiones adoptadas en esta cumbre la aprobación de un fondo de convergencia estructural que, según ha dicho, "es un importante instrumento real de integración" porque servirá para el desarrollo de las economías más débiles del bloque. "Todos tenemos que hacer algo para contribuir a la integración. Tenemos que aprovechar este momento en que la región está retornando al crecimiento", ha afirmado Lula, quien ha agregado que el pleno desarrollo del bloque requiere una "osadía extrema".

Lula prometió promover la conversión del brasileño Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) en una entidad de fomento regional, para potenciar las inversiones en infraestructuras en el resto de los socios con el objetivo de vertebrar el bloque.

El jefe del Estado paraguayo, Nicanor Duarte, ha dicho que uno de los resultados "más importantes" de la reunión ha sido la concreción de esos fondos, que alcanzarán un monto de 100 millones de dólares anuales hasta 2008 y de los cuales su país recibirá el 36%. Brasil aportará el 70%, Argentina contribuirá con el 27% y Uruguay y Paraguay lo harán con el 2 y el 1%, respectivamente.

"En el ámbito político hemos avanzado con rapidez, así como en el ámbito institucional" ha afirmado el chileno Ricardo Lagos, quien ha hecho hincapié en que el "en el ámbito económico" todavía queda mucho camino por recorrer.