Schröder y el presidente polaco ofrecen a Chirac su apoyo al 'sí' a la Constitución europea
París, Berlín y Varsovia exigen rediseñar el privilegio económico británico en la UE
El sí a la Constitución europea en Francia no acaba de imponerse al no en los sondeos pero cada día recaba más apoyos políticos internacionales. Si ayer fueron los líderes socialistas europeos los que se volcaron en París a favor del texto europeo hoy han sido el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente de Polonia, Alexander Kwasniewski, los que han brindado al presidente fancés, Jacques Chirac, su apoyo incondicional en este punto.
Los tres, reunidos en Nancy, al este de Francia, con motivo de la sexta cumbre del triángula de Weimar, se han esforzado en convencer a los franceses de que una respuesta negativa en el decisivo referéndum del 29 de mayor no comportará una renegociación."No hay plan B posible, ni jurídica, ni políticamente", ha zanjado el jefe del Estado en relación a una posible reapertura del proceso constitucional si triunfa el no.
La celebración de esta cumbre, en un momento en el que el no vuelve a estar en cabeza de los sondeos, es considerada muy oportuna por el Elíseo, ya que simboliza una Unión Europea ampliada beneficiosa para sus pueblos. "Todo lo que muestra una Europa confiada, dinámica" va en la buena dirección, han indicado fuentes de la Presidencia de la República francesa sobre el encuentro entre los tres mandatarios.
El cheque británico
Otro de los platos fuertes de la reunión ha sido la financiación de la Unión Europea. En este sentido los tres países están de acuerdo en "exigir la rediscusión y el reajuste" en el presupuesto europeo para 2007-2013 del cheque británico, la cantidad, unos 5.000 millones de euros anuales que Londres recibe de la UE desde 1984 en compensación por las ayudas que la Unión otorga a la agricultura de otros países.
Chirac ha destacado el acuerdo de los tres países por una "financiación más equitativa del presupuesto europeo". Esa financiación debe pasar, a juicio de Chirac, por la "disciplina presupuestaria" y la rediscusión del cheque británico, acuerdo de 1984 por el que Bruselas devuelve a Londres cada año unos 5.000 millones de los 8.000 que aporta a las arcas comunitarias en compensación por las cuantiosas ayudas agrícolas que se reparten otros países, con Francia a la cabeza. París pone unos 1.600 millones de ese cheque.
La UE se cuestiona la pervivencia del cheque en las perspectivas financieras para el periodo 2007-2013 porque la UE tiene ahora 25 socios, la mayoría muy necesitados, porque el Reino Unido es más rico que en 1984 y porque los fondos agrícolas ya sólo representan el 30% del presupuesto comunitario, cuando hace 20 años llegaban al 70%.
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