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Más de 200 arrestos por los atentados de Egipto mientras regresa el fantasma del terrorismo

La policía inventiga la planificiación de los ataques y extrema las medidas de seguridad en iglesias y aeropuertos

Más de 200 personas han sido detenidas hoy en El Cairo y los barrios de la periferia por su posible relación con los atentados cometidos ayer contra objetivos turísticos, mientras se investiga su grado de planificación. Aunque las autoridades egipcias aseguran que estos ataques son obra de un "pequeño grupo", se extiende el temor a que se produzca una nueva oleada terrorista contra el turismo, principal fuente de ingresos del país, similar a la que padeció en los años 90 a manos del grupo Gama'a Islamiya, ya disuelto. Bajo las actuales leyes de emergencia, consecuencia de aquella campaña de sangrientos ataques antioccidentales en una sociedad con reputación de pacífica pero obsesionada con la religión y ambigua frente a la violencia, cerca de 16.000 islamistas están en prisión.

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El Cairo se vio sacudido ayer por dos atentados casi simultáneos: en el primero, un terrorista suicida se lanzó desde un puente contra un grupo de extranjeros cerca del Museo Arqueológico. Dejó a ocho personas heridas, entre los que había dos israelíes, una italiana y un sueco. Los restos del asesino, identificado como Ehab Yusri, quedaron diseminados bajo el Puente del 6 de Octubre. Menos de una hora más tarde, dos mujeres, que según las autoridades eran la hermana y la prometida del kamikaze, se bajaron de un taxi y abrieron fuego contra un autobús de turistas en el concurrido barrio de Sayeda Aisha, cerca de La Ciudadela (el segundo lugar más visitado de El Cairo tras las Pirámides), sin lograr herir a nadie.

Tres heridos dados de alta

Al verse rodeadas por la policía, las dos mujeres, cubiertas con niqab -un velo tradicional- e identificadas como Nagat Yusri e Iman Ibrahim, se quitaron la vida. Según el Ministerio del Interior, Nagat disparó sobre Iman, que murió en el acto, y abrió fuego contra sí misma. Falleció cuando era trasladada al hospital. Junto a los cuerpos se encontraron una vieja pistola y un revólver. La prensa local destaca hoy lo insólito del suceso, ya que se trata de las dos primeras terroristas suicidas del país. En cuanto al estado de los heridos, tres de los extranjeros han sido dados de alta. Así, Franchesca Canilani, una italiana herida en un brazo y en el cuello, ha partido hoy hacia Roma para completar su recuperación. El médico que la acompaña ha señalado que está "estable y fuera de peligro".

También han abandonado el hospital los dos israelíes, que todavía permanecen en el país. El cuarto extranjero herido, un sueco, sigue hospitalizado y ha sido intervenido "con éxito" en un ojo y será dado de alta mañana. Mientras, la policía ha extremado la seguridad en toda la ciudad y son más visibles que de costumbre los fuertes cordones de seguridad en torno a iglesias (que celebran la Pascua Copta), embajadas extranjeras y hoteles, donde las vías de acceso se han visto muy restringidas al tráfico rodado. Esta mañana, los agentes han instalado nuevos puestos de control en varios puntos de El Cairo, donde paraban a todos los microbuses y registraban sistemáticamente a todos los hombres de entre 15 y 30 años.

Dos grupos se atribuyen los ataques

Asimismo, las medidas de seguridad han sido intensificadas en el aeropuerto internacional de El Cairo, el de más tráfico de África, y en los lugares más frecuentados por turistas. Según el diario Al Ahram, la policía está buscando intensamente al hermano de Ehab Yusri, el suicida de ayer, por sospecharse que pudo tener alguna relación con el atentado. La versión oficial egipcia transmitida anoche por el ministerio del Interior asegura que Yusri estuvo implicado en el atentado del pasado 7 de abril en las cercanías del bazar de Jan el Jalili (centro histórico de El Cairo), que dejó tres turistas muertos, y estaba siendo activamente buscado por la policía.

De hecho, ayer mismo el joven tenía a la policía tras él en el momento en que decidió arrojarse sobre un grupo de turistas, siempre según esta versión. Otro implicado en el atentado del 7 de abril, Ashraf Said Yusef, sigue también huido, pero en las investigaciones para dar con su paradero la policía detuvo a su primo Mohamed Suleiman Yusef, quien más tarde murió en una comisaría en el curso de los interrogatorios. Un detalle nuevo acerca de los ataques lo ha filtrado hoy el periódico Al Ahram: las dos mujeres relacionadas con el suicida no atacaron un autobús cualquiera, sino uno en el que viajaban 40 turistas israelíes, sin que esté claro todavía si ellas conocían este detalle. Los turistas israelíes, que durante años han evitado El Cairo por el clima de abierta hostilidad antiisraelí que es palpable casi en cualquier lugar de la ciudad, están volviendo discretamente a visitar la capital egipcia en viajes organizados y no es raro verlos en hoteles ni en los lugares más monumentales.

En octubre de 2004, unos extremistas presuntamente vinculados a Al Qaeda detonaron varios coches bomba en Taba y Ras Shitan, causando la muerte a 34 personas, la mayoría israelíes. Los atentados de ayer, que de acuerdo con la versión oficial cerraban los varios interrogantes abiertos tras los atentados de Jan al Jalili y que han sido atribuidos a un grupo de vecinos y familiares, han sido ya reivindicados por dos grupos extremistas en sendos comunicados publicados, al estilo iraquí, en Internet. El primero, la Organización de Al Qaeda en el país del Nilo, ya reclamó la autoría del atentado del 7 de abril, mientras que el segundo, las Brigadas del Mártir Abdallah Azam, era un perfecto desconocido hasta ayer.

La policía egipcia rastrea Shubra el-Kheima, ciudad de Ehab Yusri, el <i>kamikaze</i> que hirió ayer a diez transeúntes.
La policía egipcia rastrea Shubra el-Kheima, ciudad de Ehab Yusri, el kamikaze que hirió ayer a diez transeúntes.AP

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