La policía detiene a dos islamistas que se atrincheraron en un edificio de La Haya

La policía holandesa ha detenido esta tarde a dos presuntos terroristas islámicos que se habían atrincherado la pasada madrugada en un edificio de viviendas de un barrio musulmán de La Haya. Los radicales habían amenazado con volar el inmueble y esta mañana la tensión ha llegado a su punto álgido cuando los asaltantes han disparado granadas de mano contra el dispositivo policial desplegado en los alrededores de la casa, hiriendo a tres agentes, dos de ellos de gravedad. Esta noche, otros cinco sospechosos han sido detenidos por la policía holandesa, cuatro en Amsterdam y otro en la ciudad de Amersfoort, situada en la región de Utrecht.

Un portavoz ha informado de que una unidad especial de la policía ha asaltado el apartamento después de 14 horas de tensa espera. "La policía está ahora investigando el apartamento". "El asedio ha terminado", ha añadido. Fuentes oficiales aseguran que uno de los sospechosos ha resultado herido en un hombro y ha tenido que ser evacuado del lugar en ambulancia. Poco antes del desenlace, el sonido de varias ráfagas de disparos ha hecho pensar a varios testigos de que el asalto al edificio era algo inminente.

El momento más trágico se ha vivido esta mañana cuando los atrincherados han lanzado granadas de mano que han herido a tres agentes, según han informado fuentes policiales holandesas a las que ha tenido acceso EL PAÍS. Dos de los tres policías heridos se encuentran hospitalizados "en estado grave", ha declarado a la agencia France Presse un portavoz de la policía de La Haya, Frans Rijnswou.

La operación policial arrancó la pasada madrugada y en ella han participado la policía militar y unidades especiales antiterroristas, cuyos efectivos -más de 200- se han desplegado, fuertemente armados, frente al inmueble, ubicado en uno de los barrios más marginales de La Haya con la mitad de población inmigrante. Hasta el lugar también se han desplazado bomberos y ambulancias. Decenas de habitantes de los pisos de las calles cercanas han tenido que ser evacuados ante el temor a que los terroristas materializaran su amenaza. Además, como medida preventiva, el tráfico aéreo sobre La Haya ha sido cancelado esta mañana.

La policía ha declinado aclarar si la operación tiene relación directa con el asesinato del director de cine holandés Theo van Gogh; lo que sí se sabe es que ha sido ordenada por la Fiscalía General, según ha anunciado en rueda de prensa el titular de la Fiscalía de La Haya, Han Moraal. El asesinato de Van Gogh fue perpetrado la pasada semana en el centro de Amsterdam por un presunto islamista radical de origen marroquí. El realizador desató la ira de sectores musulmanes asentados en Holanda por su documental Submission (Sumisión), en el que criticaba la posición de la mujer en el mundo musulmán, y que dirigió junto a la diputada liberal de origen somalí Ayaan Hirsi Alí. Seis personas han sido detenidas, entre ellas el presunto asesino, de 26 años, por el asesinato de Van Gogh.

Desalojados un juzgado y una escuela

Entretanto, la violencia sigue golpeando a Holanda. La policía ha desalojado hoy una escuela y un juzgado en la provincia de Groningen (norte del país) tras haber recibido dos amenazas de bomba. Los servicios de seguridad encontraron una carta, cuyo contenido no han revelado, dentro del edificio del juzgado de Groningen, en uno de cuyos laterales hallaron un cohete de fuegos artificiales, ha informado la agencia holandesa ANP.

Artificieros de la policía eliminaron el cohete y durante más de dos horas registraron el juzgado, sin encontrar ningún objeto sospechoso. En la localidad de Drachten, al sur de Groningen, la policía ha desalojado una escuela tras haber recibido otro aviso de bomba. Los agentes han enviado a sus casas a más de mil alumnos y hospedado a varios cientos de personas de la escuela en un polideportivo.

Según el individuo que avisó de la colocación de la bomba, el explosivo iba a estallar por la mañana, pero la explosión finalmente no se ha producido. Estos incidentes forman parte de una serie de acciones y reacciones contra instituciones islámicas y cristianas que se desencadenaron tras el asesinato, el pasado 2 de noviembre, de Theo van Gogh.