El Gobierno iraquí ofrece una amnistía y dinero a los insurgentes a cambio de sus armas
La operación se puso en práctica para desarmar a las milicias de Al Sáder en un barrio de Bagdad
El Gobierno provisional iraquí, y por ende su tutor en la sombra, Estados Unidos, están decididos a combinar las buenas maneras con la mano dura para atajar la violencia que consume día a día el país. El primer ministro, Iyad Alaui, ha anunciado hoy su intención de extender a todo el país la iniciativa puesta en marcha en un barrio de Bagdad para comprar las armas a los milicianos del clérigo rebelde Múqtada Al Sáder y ofrecerles a cambio dinero y una amnistía. Entre tanto, las tropas estadounidenses prosiguen la ofensiva a gran escala contra Faluya, y han cercado la ciudad de Rawa.
Alaui ha hecho este anuncio a las tres de la tarde (hora peninsular española), poco después de que el Asesor de Seguridad Nacional iraquí, Kassem Daud, avanzara la posibilidad de que este plan entrara en vigor la semana que viene para tratar de sacar de circulación parte del arsenal de los iraquíes. Daud ha señalado que el Gobierno interino está satisfecho con el resultado de la operación en el barrio de Ciudad Sáder, el cuartel general de las milicias del clérigo extremista chií y hogar para dos millones de personas. Según se desprende de las palabras de Alaui, la operación comenzará en Basora y de ahí se extenderá a otras ciudades, con el objetivo de limpiar el país de armas antes de las elecciones.
El pacto alcanzado por las milicias de Al Sáder contemplaba la entrega de sus armas a cambio del compromiso del Gobierno de liberar a todos los detenidos partidarios del clérigo y el cese de operaciones militares y los bombardeos de EE UU contra el denominado Ejército del Mahdi —que protagonizó dos levantamientos contra las fuerzas de ocupación estadounidenses en la ciudad santa de Nayaf en abril y agosto de este año—. La operación fue interpretada además como un paso del clérigo rebelde para integrarse en el proceso democrático iraquí, de cara a las elecciones que deben celebrarse a principios del año que viene.
Entre tanto, prosigue el ataque de las fuerzas estadounidenses contra la ciudad de Faluya, bastión rebelde supuestamente en manos de la insurgencia. Éste es el cuarto día de fuertes bombardeos aéreos y de artillería pesada; el Pentágono ha comunicado que los ataques tienen "blancos precisos", a la sazón los refugios del grupo terrorista Al Tawhid al Yihad (Unidad y Guerra Santa), liderado por Abu Musab al Zarqaui y la extensión más visibles de la red Al Qaeda de Osama Bin Laden en Irak. Alaui ha anunciado hoy que se su Gobierno enviará dos millones de dólares en ayuda humanitaria urgente a esta ciudad.
Además, tropas estadounidenses apoyadas por vehículos blindados y helicópteros de combate han cercado hoy la ciudad de Rawa, 250 kilómetros al oeste de Bagdad y próxima a la frontera con Siria, después de que un grupo de pistoleros asaltara la comisaría y secuestrara a tres agentes. Según la televisión árabe Al Arabiya, los soldados impiden que ninguno de los 70.000 habitantes de la ciudad entren o salgan del recinto.
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