La UE creará los centros de acogida de inmigrantes pese al rechazo de Francia y España
Las instalaciones estarán ubicadas en Túnez, Marruecos, Argelia, Mauritania y Libia
La mayoría de los Estados de la UE ha dado su apoyo a la creación de centros de acogida de inmigrantes ilegales y demandantes de asilo en cinco países del norte de Áfica (Túnez, Marruecos, Argelia, Mauritania y Libia), pese al rechazo que la idea despierta en los gobiernos de España, Francia, y el propio Marruecos.
El proyecto de crear centros de acogida para inmigrantes ilegales interceptados en el mar ha sido presentado hoy por el ministro del Interior alemán, Otto Schily, durante la reunión informal que celebran los representantes de esta carera en la localidad holandesa de Scheveningen. La idea supone acoger en esos centros a los inmigrantes indocumentados interceptados en el Mediterráneo antes de que hayan pisado suelo europeo. También se acogería a los demandantes de asilo habrá que articular un sistema para que se pueda realizar esta solicitud.
Los 5 proyectos piloto, en Túnez, Marruecos, Argelia, Mauritania y Libia, propuestos por el comisario europeo de Justicia e Interior, Antonio Vitorino, serían cofinanciados con fondos europeos y por Holanda, informaron fuentes comunitarias. De los cinco países propuestos, sólo Argelia y Túnez han firmado de la Convención del refugiado de 1951, con lo que será necesario hacer numerosas revisiones jurídicas.
Numerosos recelos
De los países que han intervenido hoy en el debate, sólo Bélgica se ha mostrado "abiertamente reticente", aunque ha habido otros socios como Francia que no han tomado la palabra a pesar de que antes de la reunión se habían manifestado en contra de la idea.
El ministro del Interior español, José Antonio Alonso, ha insistido en Scheveningen en que la creación de esos centros de acogida suscita en el Gobierno de Madrid "reservas de principio" ya que considera que se tiene que cumplir con "la condición" de "garantizar el respeto absoluto a los derechos humanos".
En su intervención, Schily ha afirmado que para solucionar el problema de los flujos de inmigrantes ilegales en el Mediterráneo sólo hay tres opciones: o no hacer nada, o establecer acuerdos bilaterales entre los países afectados, como España y Marruecos, o desarrollar un sistema multilateral. Esa ha sido la opción defendida por el titular alemán, que agregó que hay que evitar la muerte de personas, prevenir la inmigración ilegal, respetar los derechos fundamentales y establecer una estrategia a largo plazo.
