Francia dará su apoyo a una reunión internacional sobre Irak si trata la retirada de tropas

Francia ha cogido al vuelo la sugerencia realizada por Estados Unidos sobre la posible celebración de una conferencia internacional que reúna a los países más poderosos del mundo y a las naciones árabes fronterizas para tratar de buscar una salida a la cada vez más preocupante situación en Irak. Sin embargo, el Gobierno francés quiere aprovechar la ocasión para tirar de la cuerda hacia sus posturas, y ha propuesto que la reunión se celebre en el seno de Naciones Unidas y que además contemple la posibilidad de la retirada de tropas extranjeras del país.

El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, se ha mostrado a favor de celebrar esta cumbre regional —que Francia afirma haber pedido hace meses, en 2003, junto con Rusia—, a ser posible a finales de octubre o en noviembre y en algún país árabe. Los invitados serían los miembros del G-8 (Estados Unidos, Canadá, Japón, Rusia, Francia, Italia, Reino Unido, Alemania) y las naciones en la zona del conflicto (incluidas Irán y Siria).

El ministro de Asuntos Exteriores francés, Michel Barnier, ha ido hoy más allá y ha apuntado lo que a su juicio debería ser este encuentro. Para París, lo importante no es cuándo se celebre, "si antes o después de las elecciones" —previstas para el próximo mes de enero—, sino "cómo hacer que sea útil". A ese respecto, Barnier tiene algunas ideas. Para empezar, que la reunión se celebre en "el único lugar posible, Nueva York, las Naciones Unidas", y en el marco de la resolución 1546 de la ONU, "a la que hay que atenerse".

En declaraciones a la emisora de radio France Inter, Barnier ha calificado la situación en Irak de "agujero negro", y ha insistido en que "la única salida a la crisis actual es la acción internacional". El objetivo debe ser integrar a todas las fuerzas iraquíes en un proceso de transición pacífico, "incluidas las que han elegido la vía de la resistencia por las armas", y con ellas a "las diferentes comunidades y países de la región".

"El caos reinante, con una inseguridad generalizada, amenaza con desestabilizar toda la región. Hay que salir de ese agujero negro, de esa espiral de violencia y de iniciar las negociaciones y el proceso político", ha dicho Barnier. Así, lo prioritario, siguiendo la línea de la resolución antes mencionada, es asegurarse de que Irak tenga unas "elecciones democráticas, para que se le dé al pueblo iraquí una salida política, además de una nueva Constitución y un referéndum sobre esa Constitución".

"Después, habrá que plantearse la cuestión de la presencia de fuerzas internacionales en Irak", ha apostillado Barnier, que apuesta por incluir ese tema en la conferencia en unos términos que parecen ser una exigencia: "Es una cuestión que tendrá que figurar en el orden del día de semejante conferencia si queremos que tenga lugar".