Sólo la quinta parte de los niños de Beslán regresa al colegio
Hoy se ha reanudado el curso, retrasado por el secuestro masivo y aplazado de nuevo por los controles de seguridad
En la escuela de Beslán, un policía armado con una metralleta monta guardia a la entrada del centro. Vigila el regreso a las aulas alumnos de esta escuela de la república rusa de Osetia del Norte, escenario del sangriento secuestro que provocó al menos 339 muertos a principios de este mes. Hoy se ha reanudado el nuevo curso escolar, retrasado por la toma de rehenes por parte de un grupo pro checheno y que fue aplazado de nuevo por los controles de seguridad realizados los pasados lunes y martes por los artificieros.
Sólo un 20% de los 900 alumnos de la escuela han regresado hoy a las aulas. "Muchos padres no han dejado a sus hijos ir a la escuela. Tienen miedo y esperan un poco", explicaba la madre de una niña de ocho años a la entrada del centro.
Por su parte, la jefa del departamento regional de Educación, Zarena Burgálova, ha señalado a la agencia Interfax que hoy han comenzado a funcionar los seis colegios con que cuenta Beslán tras la destrucción de la escuela número 1, atacada hace dos semanas por un comando terrorista. "Los niños vinieron vestidos de gala, con flores. La verdad es que la asistencia fue de poco más de un tercio del alumnado, pues el anuncio del comienzo de las clases fue hecho ayer por la tarde", ha subrayado Burgálova.
Seguridad las 24 horas
Las autoridades de Beslán tenían previsto reanudar las clases ayer martes, pero sólo anoche las fuerzas de seguridad concluyeron los registros de los establecimientos educativos. Burgálova ha asegurado que todas las escuelas de Beslán y de otras ciudades de las regiones meridionales de Osetia del Norte han sido dotadas de protección policial las 24 horas del día.
El pasado 1 de septiembre, cuando se celebraba la fiesta del comienzo del año escolar, una treintena de terroristas presuntamente chechenos capturó a cerca de 1.200 rehenes, más de la mitad de ellos niños, en la escuela número 1. Los terroristas exigieron la independencia de Chechenia como condición para liberar a sus cautivos.
El secuestro masivo concluyó 52 horas después con una masacre cuando, según la versión oficial rusa, se produjo una explosión accidental en el gimnasio donde los terroristas retenían a sus rehenes. La detonación hizo saltar los cristales de la sala y muchos niños comenzaron a huir por las ventanas. Los secuestradores, según la versión oficial, creyeron que las fuerzas de seguridad habían lanzado un asalto y detonaron otras cargas explosivas, que hundieron el techo del gimnasio y produjeron un incendio.
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