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Un empleado de una guardería en China apuñala a 15 niños y tres profesores

Un alumno pierde la vida en la agresión, cuyas causas se desconocen

El guardia de un jardín de infancia de Beijing ha asesinado esta mañana con un cuchillo de cocina a un niño de cuatro años y ha herido gravemente a dos educadores y a otro pequeño. En total, 15 niños y tres educadores de la guardería del Hospital número uno de la Universidad de Beijing han sido atacados por causas desconocidas.

El atacante, un hombre llamado Xu Heping, de 51 años, que trabajaba como guardia de seguridad en el jardín de infancia, ha sido detenido. Hacía a las 9:00 de la mañana irrumpió con un cuchillo de cocina en el jardín de infancia. Un total de 23 pequeños de cinco y seis años, y varios profesores se encontraban en el centro cuando se produjo "el peor ataque contra niños en Pekín en las últimas décadas", según la televisión china.

"Todos los niños han sido trasladados al hospital", ha declarado al rotativo China Daily una enfermera del hospital de la capital china. Dos de los pequeños y uno de los educadores se encuentran en estado crítico tras haber recibido golpes en la garganta y en el cuello.

Varios pequeños han tenido que ser operados de urgencia y, a última hora de la tarde, todavía continuaban las labores de atención a los afectados, aunque ninguno parece estar en peligro de muerte.

Nada ha trascendido por ahora sobre las posibles causas de la agresión. "Estamos investigando el caso. De momento, no tenemos ningún resultado", ha dicho pocas horas después una portavoz del ayuntamiento pequinés, que no ha querido especular sobre posibles desórdenes mentales del vigilante, quien llevaba ya dos años trabajando en la guardería.

En el año 2002, la policía china detuvo a un médico que dirigía una guardería, después de que éste confesara haber envenenado con raticida la comida de un jardín de infancia vecino, donde 70 niños y dos profesores cayeron gravemente enfermos.

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Empleados del Hospital de Beijing trasladan a la morgue el cadáver del niño asesinado, de cuatro años.
Empleados del Hospital de Beijing trasladan a la morgue el cadáver del niño asesinado, de cuatro años.REUTERS

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