Un nuevo balance rebaja a 367 los fallecidos en el incendio de Asunción

El ministro del Interior paraguayo, Orlando Fiorito, ha rebajado a 367 el número de muertos en el incendio que devoró el domingo un centro comercial de Asunción, la capital de ese país suramericano. El ministro ha explicado que 323 cuerpos ya han sido identificados. El anterior balance, facilitado por la fiscalía del Estado, cifraba en 423 los muertos, además de 139 desaparecidos y 451 heridos.

No obstante, el número de víctimas mortales podría aumentar en las próximas horas "considerando el estado en que fueron retirados muchos de los heridos", ha dicho por otro lado Carlos Torres, comandante del cuerpo de bomberos.

Torres ha explicado que ahora un grupo de bomberos se ocupará del peritaje y apuntalamiento del edificio para evitar su desplome. En el momento del siniestro, el recinto albergaba entre 400 y 700 personas. El fuego se originó en la cocina del restaurante del concurrido supermercado y se propagó rápidamente a otras zonas del centro. Mucha gente quedó atrapada en el local debido a que, según testigos y varios supervivientes, fue cerrado para evitar posibles actos de pillaje.

Cruz Roja Española ha enviado a cuatro expertos en atención psicológica en caso de desastre, pertenecientes a los Equipos de Respuesta Inmediata de Intervención Psicosocial (ERIE) para ofrecer su apoyo a las víctimas y familiares. El jefe del equipo, José Ramón Delgado, fue coordinador de equipos de intervención en el IFEMA con motivo de los atentados del 11 de marzo en Madrid. Junto a él, un enfermero, un psicólogo y un experto en atención social. La Agencia Española de Cooperación Internacional ha respondido así a la petición de las autoridades de Paraguay.

Siete imputados

Tres de los dueños del centro han sido detenidos por la policía, además de cuatro guardias de seguridad. La Fiscalía imputó ayer al propietario, Juan Pío Paiva, a su hijo Daniel, y a los otros cinco detenidos por "homicidio doloso", una pena por la que pueden ser condenados hasta a 25 años de prisión. Uno de los guardas ha declarado que recibió órdenes por radio para que bloqueara las puertas para que los clientes del centro no se fueran sin pagar, según ha informado el fiscal Edgar Sánchez. el dueño del establecimiento niega que diera esas órdenes.

Unos diez fiscales se encuentran recabando pruebas y ayer obtuvieron los testimonios de más de 40 personas, quienes confirmaron que las puertas habían sido cerradas con candados.