Los notables iraquíes comenzarán el sábado las reuniones para designar un nuevo Parlamento

La Conferencia Nacional iraquí, que tiene como misión la elección de los 100 miembros del futuro Parlamento interino, comenzará sus trabajos el próximo sábado, tres días después de lo previsto, según han anunciado hoy sus responsables. Su primer objetivo es elegir un órgano asesor al Gobierno interino, que será el embrión del futuro Parlamento iraquí.

Una portavoz del presidente de la Conferencia, Fuad Massum, ha explicado que las estrictas medidas de seguridad para proteger a los más de mil notables de un posible atentado han obligado a cambiar la fecha prevista, que era mañana. Por ello, todavía no se ha revelado el lugar en el que se reunirán los delegados, procedentes de todas las tribus, partidos políticos y grupos religiosos del país.

La queja de la ONU

La decisión de celebrar la reunión antes de final de julio había creado cierta polémica con las Naciones Unidas, que sugería que fuera pospuesta debido a la inseguridad que reina en el país, y también para que a la misma acudiera el nuevo enviado de Kofi Annan, el paquistaní Ashraf Jehangir Qazi, y una avanzadilla de su misión. "No podemos retrasarla porque existe una ley que nos obliga a celebrarla antes de fin de mes, y debemos respetarla", respondió ayer Massum, de origen kurdo. Y agrego: "la seguridad será responsabilidad del Gobierno interino iraquí. Nosotros no nos inmiscuimos. Si ellos quieren pedir ayuda a tropas extranjeras, es su decisión".

"Nuestra preocupación es la seguridad, pero también que con un poco más de tiempo se podría organizar mejor. Hay aspectos que todavía no se han decidido", aseguró el lunes un responsable de la ONU en Ammán.

Un complejo mapa étnico y religioso

La idea de la Conferencia Nacional, importada de la Loya Jirga afgana, fue propuesta el pasado mes de mayo por el ex enviado especial de la ONU para Irak, Lakhdar Brahimi, para quien el consenso entre la dispar composición étnica, política y religiosa del país es esencial si se quiere curar las heridas del pasado. Alrededor de 550 de los delegados invitados proceden de las 18 provincias de Irak, otros 350 son miembros de tribus y partidos políticos, mientras que el resto han sido designados por el comité preparatorio, compuesto por 55 miembros y presidido por Massum.

Cerca de una treintena de los escaños de la Asamblea se reservan para miembros del anterior Consejo de Gobierno provisional que no consiguieron cartera en el nuevo Ejecutivo. Algunos de los jefes tribales y de partidos religiosos han objetado este sistema de elección porque no creen que sirva para representar toda la riqueza étnica y religiosa de este país de 25 millones de habitantes. Por ello, organizaciones como la Asociación de Clérigos Musulmanes, uno de los grupos suníes más influyentes, y algunas tribus han declinado participar, argumentando "diferencias ideológicas".

El órgano que emergerá de la Asamblea asesorará al Ejecutivo, y tendrá derecho a vetar algunas de sus decisiones. Para ello, se necesitaran dos tercios de los votos, pero no podrán adoptarse medidas con carácter retroactivo. Decisiones como la ley de emergencia ya no pueden ser vetadas, aunque sí los procedimientos para implantarla.