El Gabinete de Sharon aprueba el plan enmendado de evacuación de Gaza

Por 14 votos a favor y 7 en contra, el Gobierno de Ariel Sharon ha aprobado esta tarde el plan enmendado de evacuación de Gaza, que deberá completarse antes de finales de 2005. En todo caso, Sharon ha prometido que no desmantelará ninguna colonia hasta marzo de ese año, decisión que requerirá una nueva votación del Ejecutivo israelí.

El primer ministro pudo conseguir la mayoría después de que los titulares de Finanzas, Benjamín Netanyahu, de Exteriores, Silván Shalom, y de Educación, Limor Livnat, votasen a favor. Para ello fueron necesarias, hasta el último momento, las gestiones de la ministra de Inmigración, Tzipi Livni, quien desde la última reunión del Ejecutivo israelí, el domingo pasado, trataba de concertar una propuesta satisfactoria para ellos y para el primer ministro. Dentro de ese compromiso, se ha erradicado del texto del nuevo plan toda referencia o mención sobre la evacuación de asentamientos judíos en el futuro.

Ahora se abre un proceso de varios meses en los que el Ejército y varias comisiones interministeriales prepararán la retirada militar de Gaza, y sólo en marzo del próximo año, cuando estén listos los planes, el Gobierno volverá a debatir y votar sobre la evacuación de las primeras colonias. También se han retirado las cartas que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dio recientemente a Israel, y que garantizaban ciertos derechos en las negociaciones finales con los palestinos a cambio de la retirada completa de Gaza.

El plan enmendado estipula también que desde ahora no habrá más construcción ni inversión pública en los asentamientos judíos de Gaza, si bien el Gobierno seguirá preocupándose de las "necesidades de rutina de su población y de los servicios municipales".

"La desconexión está en marcha"

A los pocos minutos de finalizar la votación, Sharon ha ofrecido una rueda de prensa con el objeto de frenar cualquier crítica por parte de EE UU, Egipto o Jordania, que participan en los preparativos para que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se haga cargo del orden en Gaza. Según Sharón, lo decidido esta tarde por su Gabinete demuestra que Israel "tiene el futuro en sus propias manos". "La desconexión [con los palestinos] está en marcha", ha añadido. "El Gobierno ha decidido que para finales de 2005 Israel abandonará Gaza y cuatro asentamientos en Cisjordania", ha prometido.

La votación en el Gobierno israelí parece poner fin a un mes de frenéticos procesos políticos y mediaciones destinados a ganar la mayoría en el Consejo de Ministros, proceso que comenzó el 2 de mayo cuando los militantes del Likud rechazaron el plan original en un referendo interno. Aquel fracaso, y la imposibilidad de convencer a la cúpula del Likud de que respaldase el plan original, bloquearon la iniciativa del primer ministro y desencadenaron la peor crisis que ha sufrido Sharon en los últimos años.

La destitución de los ministros conflictivos

Como muestra de su determinación para sacar adelante hoy su plan, Sharon destituyó el viernes a dos ministros ultranacionalistas -Avigdor Liberman y Beni Elon-, en un proceso cuya legalidad sigue en disputa. La participación de ambos ministros ultranacionalistas en la reunión del Consejo de Ministros estuvo en duda hasta último momento, pendiente de una decisión del asesor jurídico del Gobierno, Menahem Mazuz, sobre su legalidad. Ello debido a que Sharon los destituyó con el objetivo explícito de que hoy no pudieran participar en la votación, y justo con las 48 horas de antelación que marca la ley para que entrasen en vigor. Elon trató de sabotear los planes de Sharón mediante su desaparición todo el fin de semana, a fin de no recibir la carta de destitución a sus manos.

Si bien aún faltan por definir tres recursos privados presentados al Tribunal Supremo contra las destituciones, Mazuz sentenció que las cartas enviadas por Sharon son válidas desde el viernes por la mañana, cuando la prensa lo comunicó a los cuatro vientos y el propio Elon reconoció a uno de los medios locales que conocía los esfuerzos del primer ministro por encontrarlo.